En poco más de una semana se han recogido cerca de 1.600 firmas para que se cubran todas las bajas de personal en el centro de Salud de Puebla de Sanabria, del que dependen la mayor parte de los municipios de Sanabria baja, desde Requejo hasta Rosinos de la Requejada y desde San Justo hasta Pedralba de la Pradería. La campaña desarrollada a través de las plataformas digitales se inició el pasado 7 de marzo a través del portal "Change.org".

La campaña de recogida de firmas continúa y una vez finalizada se remitirán a la Gerencia de Sanidad de la Junta de Castilla y León. A primera hora de la tarde, ayer, se contabilizaban 1.586 firmas de respaldo.

La propuesta que están respaldando los vecinos y usuarios pide que se cubran con un sustituto todas las ausencias de los trabajadores del centro, tanto personal sanitario como no sanitario y administrativo. Los usuarios reclaman la presencia de médicos al centro para desarrollar especialidades como traumatología, ginecología, urología, dermatología, oncología, etc.

Para algunas consultas de especialistas y realización de pruebas se dan citas a seis meses para dar un diagnóstico, como denuncian algunas de las personas citadas para acudir a estas consultas al hospital en Zamora capital. En los ambulatorios de los pueblos también se registran retrasos sumados a la incertidumbre de los pacientes, personas en su mayoría de edad avanzada, cuando el comienzo de la consulta se demora hasta tres horas, cuando el médico puede llegar al consultorio.

La campaña aboga por contratar el personal necesario para que las unidades de cirugía menor, odontología y la unidad de ecografías estén en pleno funcionamiento. Señalar que desde la reforma del Centro de Salud, donde se dotó de una unidad para odontología, no ha entrado nunca en servicio.

Por último, el último servicio en ser alcanzado por la voracidad de los recortes es el de limpieza del centro, ya que se van a reducir las horas de trabajo del personal.

Pese a que la campaña de firmas se desarrolla por las redes, buena parte de los 7.000 usuarios habituales de los servicios sanitarios no podrán participar porque en buena parte de los pueblos carecen de acceso a Internet o es deficitario, sumado a que parte de la población no maneja las Tecnologías de la Información y la Comunicación.