Después de 33 años de trabajo al servicio de la institución de los juegos públicos, lo que hoy es el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE), Jacinto Herrero ha atesorado experiencia, documentación e importantes aportaciones a la mejora de las apuestas públicas. Todo ese legado da vida al libro "Historia de la quiniela. 1946-2009", la primera "biografía" de un juego muy popular que forma parte de la memoria histórica de España. El libro de Pérez Herrero detalla temporada a temporada de apuestas, año a año, todos los pasos jurídicos, técnicos y comerciales que se fueron dando desde el nacimiento de la quiniela hasta el año 2010. A este zamorano se debe el "Pleno al 15" o la inclusión del premio a 11 y 10 aciertos. Y aunque ha participado en la puesta en marcha de otros juegos, como la bono loto, Jacinto Pérez siempre mostró predilección por el "1-X-2".

-¿Cómo un hijo de Guarrate termina escribiendo la historia de la quiniela?

-Mis padres eran labradores y con cinco hermanos no había tierras para vivir todos de ellas. Pero además mi mente era viajera, quería conocer otros mundos y por eso salí de allí. Me fui a Madrid a hacer la mili y por circunstancias de la vida me encontré trabajando en lo que era la quiniela entonces y participé en los momentos más trascendentales del juego.

-Durante todo ese tiempo reunió información muy valiosa para el libro.

-Sí. La verdad es que escribí esa historia porque después de 33 años no había nadie que se hubiera quedado con datos suficientes y toda esa información. Lo que hice fue recabarla y plasmar todo lo que pude en el libro.

-Una historia que comienza con un periodista como inventor del juego de la quiniela.

-Sí, fue Julio Cueto en el año 1946. En aquel momento se estaba planteando la forma de financiación de las instituciones benéficas y empezó a surgir la idea de los juegos. Fue extendiéndose tanto que alguien tenía que coordinar todo eso y lo que hizo este hombre fue ponerlo en marcha hasta que por fin consiguieron que el gobierno de entonces aprobara un decreto ley que establecía el Patronato de Apuestas Mutuas Deportivas Benéficas y autorizaba a gestionar el juego de la quiniela.

-Un juego vinculado al fútbol, que en aquel momento ya el deporte rey.

-Sí, era lo que movía a la gente porque no había otras diversiones; hay que tener en cuenta que estamos en los años 40, en plena posguerra. Entonces se jugaban apuestas en los alrededores de los estadios y poco a poco se fue incrementando el juego en torno al fútbol hasta que se consolidó.

-En una época de tanta carestía los inicios serían pobres, con apuestas pequeñas.

-En el año 1946 no había dinero para nada. Lo que se hizo entonces fue sacar un juego, muy complicado por cierto, porque había que poner en una casilla el número de goles que marcaría cada equipo y el escrutinio resultaba tan lioso que duró solamente dos años. Empezó la venta el 16 de septiembre de 1946, lunes, y el primer boleto, con siete partidos, se jugó el domingo 22 de septiembre al precio de 2 pesetas. La recaudación fue de unas 77.060 pesetas y el 45% iba a la beneficencia y el 55% a los premios.

-¿Qué premios se repartieron?

-Se jugaron 38.530 boletos y hubo dos premiados de primera categoría que cobraron 9.603 pesetas cada uno. Uno de segunda categoría, con 145 puntos, y 7.000 pesetas y uno de tercera con 4.800 pesetas. Luego hubo 58 que ganaron casi 60 pesetas. Ese fue el inicio, a partir de ahí empezó a crecer. El segundo año fue más o menos lo mismo pero en el tercero se introdujo el método 1-X-2 y desde ese momento fue un crecimiento constante.

-Hasta convertirse en un juego muy popular, casi como algo de la familia durante muchos años ¿no?

-Y tan popular. Por dos motivos, porque era el único que se podía jugar (a parte de la lotería nacional) y en segundo lugar porque como los periódicos no podían hablar de casi de nada, una noticia de la quiniela era repetida y ensalzada y publicitada en todos los medios. Era el único aliciente. El primer millonario fue una bomba; un carnicero de Santander que ganó un millón de pesetas en el año 1952 con una sola apuesta. En aquellos años era una fortuna y cada vez que salía alguien con un millón de pesetas era una noticia.

-Hasta que llegó el boom con el famoso Gabino, tan popular que su hazaña se llegó a bautizar como el "gabinazo".

-Por cierto que vive en Fuentesaúco. Era una agricultor vallisoletano que con el premio de 30 millones invirtió en la compra de tierras y se convirtió en un labrador en Fuentesaúco. Los medios de comunicación lo trajeron y llevaron por toda España, con José María García fue por todos los sitios, pero conservó suficiente serenidad como para no gastarse todo e invertir. Más de 30 millones de pesetas en el año 1968 era mucho dinero.

-Lo curioso es que jugó con un dado, no siguiendo la lógica de los partidos.

-Él dijo que no conocía nada del fútbol, lo único que había hecho era sacar un dado y según salía cierto número ponía los resultados. Por eso su golpe de suerte se bautizó como "gabinazo".

-En tanto años de historia, usted recoge los primeros 60, se han producido casos tan curiosos como una jornada toda de variantes, es decir, sin ningún 1; es decir que ningún equipo ganó en casa.

-Ocurrió la jornada 18 de la temporada 92-93, pero no hubo acertantes; entonces pasó a engrosar el bote que ya existía y salió a final de enero con un premio bastante importante por acumulación del dinero de una semana a otra.

-De los premios de la quiniela se benefició hasta el propio Franco, como usted mismo recoge en el libro.

-Sí, yo vi el boleto de Franco en un cuadro que tenía colgado uno de los dirigentes de "la casa" de entonces; hablo de los años 70 y 80. Luego lo dejé de ver cuando este señor se marchó, pero el boleto se hizo famoso porque casi todos los periodistas hablaban del millón de pesetas que cobró Franco. En realidad había acertado una quiniela de tercera categoría con un premio de 2.838 pesetas. Si jugaba todas las semanas, algún día tenía que tocarle algo y le tocó.

-Tras esa larga tapa de esplendor, llegó el ocaso con la entrada de nuevos juegos, había que inventar nuevas cosas, como el pleno al 15 que se debe a usted.

-Los periodistas se centraron tanto en las huelgas de los futbolistas de entonces que achacaron el descenso de la quiniela a eso, pero si hubiera sido solo por la huelga duraría dos o tres semanas la poca venta y hubiera renacido. No. El descenso de la quiniela se produjo por la competencia de un juego como la lotería primitiva en el que no se necesitaba pensar y encima los premios eran más grandes.

-A mediados de los años 80 se produce el gran declive.

-Sí, en el año 85 sale la primitiva y en el 86-87 la quiniela desciende hasta menos de la cuarta parte de su venta. Entonces tenemos que pensar qué hacer para resurgirla; empezamos poniendo dos años la Q1 y la Q2, después salió el pleno al 15 y más tarde los sistemas de apuestas por soporte magnético, las reducidas, las condicionadas y aumentó el número de acertantes a 11 en lugar de solo 14, 13 y 12. Todo eso supuso una variación tan profunda en la quiniela que, de bajar a la cuarta parte resurgió otra vez por encima de donde había estado antes y en el año 96 hubo una semana en que se vendieron 21 millones de euros; el récord de venta. Es decir que en diez años conseguimos que la quiniela pasara de casi desaparecer a subir a esa venta.

-Es curioso que bajara la quiniela cuando el fútbol ha ido a más, con unos presupuestos multimillonarios.

-Los seguidores de la quiniela no lo dejaron pero al aumentar el número de premios, gente que se había retirado del juego vio que acertando 11 podía tener premio, entonces se incorporó con nuevos jugadores. Es más, el perfil del apostante de la quiniela durante esos años era el más joven de todos los juegos. Si la edad media de los jugadores de la primitiva estaba entre 30 y 50 años, la de la quiniela se situaba entre 25 y 35, lo que demuestra que se incorporaba la gente joven.

-Pero sigue siendo un juego distinto, de cierta lógica, de pensar, porque los demás son puro azar.

-Y eso es lo que da emoción. Pero todo ha cambiado mucho; antes se jugaban todos los partidos a la misma hora y el mismo día, la quiniela daba dinero al fútbol. Hoy día el fútbol recibe tanto dinero de otros medios, como la televisión, que se tiene que adaptar a la programación y dispersar los partidos durante la semana, con lo cual se han perdido muchos elementos que antes integraban la quiniela y ahora no los hay.

-Con el paso del tiempo se han dado premios multimillonarios, ¿cuál es el más gordo que se ha repartido?

-Una peña de Reus, con algo más nueve millones de euros en el año 2005. Y el segundo fue en el año 1998; el 10 de marzo se había acumulado un bote bastante grande y esa semana hubo un solo acertante de 14. El pleno al 15 que se llevó más de 1.400 millones de pesetas (ocho millones y pico de euros) y fue una peña de chicos de una parroquia de Vallecas que participaban todas las semanas con una quiniela múltiple.

-¿Se han dado casos de premios gordos reincidentes en los mismos apostantes?

-No, pero hubo una peña en Pozuelo de Alarcón que recuperó el 250% de lo gastado en una temporada; invirtió cerca de mil millones y consiguió más de 2.500 millones. Eran peñas organizadas exclusivamente para invertir.

-Ha dado muchas alegrías la quiniela.

-Muchas, piensa que hasta que empezaron los juegos y hasta el año 75, cuando acaba la dictadura, las noticias eran los premios de la quiniela, no había otro modo de participar para obtener un premio al margen de la lotería.

-No era un juego típicamente español.

-Se jugaba en toda Europa, lo que pasa es que en los años 70 y 80 empezaron a salir las loterías, las lotos, la gente dejó de jugar a la quiniela y solo en España se conservó el juego con esas características. De tal manera que los años 90 y después del 2000 la quiniela en España representaba el 50 por ciento de la venta de toda Europa. Era el único sitio donde habíamos conseguido que no desapareciera como había ocurrido en los demás países.

-¿Qué futuro le augura a la quiniela?

-La idea que yo tenía, si la edad no me hubiera apartado de ella, era tratar de compatibilizarla con esas apuestas deportivas donde la competencia es fuerte. Pero no es lo mismo plantearlo desde una empresa privada a una institución pública donde estas sujeto a normas. No es fácil la subsistencia de la quiniela en este mercado nuevo que se ha abierto ahora, pero sí podrían haberse abierto otras vías de adaptación en el mercado.