La Guardia Civil investiga a un ganadero de Sayago como presunto responsable de envenenamiento de fauna. Inició sus pesquisas tras encontrar un zorro muerto y, en el trabajo consiguiente, hallar en una cabaña ganadera bolsas de un kilogramo del biocida denominado bromadiolona, sobradamente conocido por ser el raticida autorizado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente para combatir la plaga de topillos.

El uso de toneladas este veneno ha sido denunciado tanto por los conservacionistas como por los cazadores por la grave repercusión que tiene para el medio natural y especialmente para la fauna. Recientemente el Tribunal Superior de Justicia avaló las medidas adoptadas por la Junta, en otras zonas en una importante superficie de la provincia de Zamora, con el fundamento del "interés general".

La Guardia Civil refiere sobre esta investigación que, en febrero del año 2016, componentes del Seprona, en colaboración con el Servicio Cinológico de la Guardia Civil, con sede en el Pardo (Madrid) desplazados a la provincia con perros especializados en la detección de cebos envenenados, localizaron en la comarca de Sayago, un zorro (vulpes vulpes) con evidentes síntomas de haber sido envenenado. La muestra fue enviada a uno de los Laboratorios de referencia para su posterior necropsia y análisis, concretamente al Laboratorio Agrario Regional dependiente de la Conserjería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León (con sede en Burgos) para determinar el tipo de sustancia que ha producido el envenenamiento. Además se procedió a rastrear la zona para comprobar si existía algún otro animal muerto, que podría sugerir que pudiera haber sucedido un proceso de envenenamiento en la misma zona. Próximo al lugar del hallazgo del zorro se localizaron, en el interior de una parcela de monte (utilizada para albergar una cabaña ganadera ovina) bolsas de un kilogramo con producto biocida con sustancia activa bromadiolona (raticidas).

Los resultados de los análisis realizados a las muestras fueron conocidos días atrás con la confirmación de que la muerte del zorro había sido causada por la ingesta de la bromadiolona. "Uno de los escenarios en el que el uso ilegal de veneno cobra mayor relevancia es en el ámbito ganadero, cuya causa del uso ilegal del veneno es la protección del ganado empleándose principalmente para especies predadoras como el lobo y el zorro".

De ser probado y declarado culpable, el ganadero puede ser penado con hasta dos años de prisión e inhabilitación especial para cazar por espacio de tres años.

La inculpación al ganadero está todavía por demostrar por cuanto que, según fuentes del gestor cinegético, "habrá de verse si adquirió legalmente el producto, por ejemplo, para combatir ratas en la nave, animales que luego pudo aprovechar el zorro". "Otra cosa, señala, es que lo hubiera utilizado intencionadamente para eliminar predadores". El gestor pone subraya, no obstante, "para morir un zorro la ingesta tiene que ser importante, y que hace cadena en el consumidor siguiente".