Una de las explotaciones de bravo elegidas para comprobar los efectos disuasorios del asno frente a los lobos fue la correspondiente a José Mayoral, en La Bóveda de Toro. "La verdad es que no me dio un resultado positivo porque siguieron matando" expresa el ganadero. En la finca donde pastan los toros de lidia fuero soltados, durante tres meses, un burro y dos mulos. Mayoral afirma que hicieron "buena sintonía con el vacuno", pero los lobos siguieron haciéndose notar. El ganadero considera, empero, que los asnos "sí pueden actuar cuando son recintos más pequeños, pero en campos extensos los asnos pueden estar en un sitio y las vacas en otro".

Mayoral está sin embargo en estos momentos más que feliz porque en todo el invierno no ha tenido "ni un solo ataque de los lobos". "Es la primera vez en 26 años que no han matado ningún animal. ¡Qué a gusto estoy! ¡Es un descanso que no sabe nadie!" expresa eufórico por la tranquilidad que da ir de mañana a la explotación y verla sana y salva.

"Creo que he aportado bastante a la especie porque en los últimos 26 años tenemos contabilizados un total de 620 cabezas muertas por los lobos, entre becerros, becerras, añojas y vacas viejas. ¡Es una cifra que se dice pronto y bien!". Creo que los lobos se han desplazado a la zona salmantina.