La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, apuesta por mejorar en productividad, competitividad y diversificación porque la comunidad autónoma "no puede hacer nada" para regular los precios de productos agrícolas y ganaderos, algo que está "tajantemente" prohibido. Marcos ha reiterado, desde Burgos y en respuesta a la protesta organizada por la Alianza, que la Junta "no puede hacer nada" en la regulación de precios y ha reconocido que "le encantaría fijarlos, sin ninguna duda", y siempre de acuerdo con los intereses de agricultores y ganaderos.

Sin embargo, la normativa lo impide "tajantemente" y ni siquiera el Gobierno central tiene competencias en este ámbito, así que si se intentase interferir "podríamos tener un problema muy serio", añadió. Por ese motivo, Marcos apuesta por actuar en aquellos ámbitos en los que la Junta sí que tiene competencia y margen de maniobra, como reducir los costes de producción para agricultores y ganaderos. El objetivo es conseguir más beneficio con igual trabajo, que se produzca cada vez más pero con un menor coste, y hablar de regular los precios queda muy bien pero se está "engañando", ha asegurado. Insistió en que la solución a los problemas del sector primario se encuentra en incorporar tecnología e innovación, para que las explotaciones sean cada vez más productivas.

De ahí el programa de inversiones en infraestructuras agrarias, a desarrollar hasta 2023, con un presupuesto de 610 millones de euros, destinado a reducir costes de producción y consumos de agua. Marcos defiende la diversificación de la producción y la búsqueda de ventajas competitivas, impulsando cooperativas fuertes que permitan capacidad de negociación en el mercado internacional.