Capas castellanas y trajes tradicionales inundaron ayer las calles de Benegiles en una fiesta que fue toda una exaltación hacia el legado cultural y etnográfico de la provincia.

Este año el Centro de Iniciativas Turísticas trasladaba a este municipio el encuentro anual, donde el repique de campanas junto a las mascaradas emblemáticas del alfoz de Zamora -los zangarrones de Montamarta y Sanzoles- y las siempre vistosas y animosas águedas asumieron el protagonismo en una mañana espléndida.

De esta forma, fiesta y tradición hicieron causa común en una jornada que comenzaba con la bienvenida a los sones del repique de campanas a cargo de miembros de la Asociación de Campaneros de Zamora. El alcalde, Valeriano Martín Barrio, ejerció de anfitrión en la recepción de autoridades, comenzando por la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, a quien acompañaba la senadora del PP, Clara San Damián, y alcaldes de los municipios que integran el CIT.

Todos ellos tuvieron la oportunidad de conocer los trabajos realizados en los cursos de restauración y bordados, para disfrutar después del desfile de las águedas de Benegiles, quienes brillaron con luz propia con sus elaborados trajes. El matiz etnográfico llegaba de la mano de los dos zangarrones, que recorrieron las calles del pueblo.

Otro de los momentos importantes de la jornada fue la misa castellana cantada por el coro parroquial con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Nazareno (Vulgo Congregación).

La degustación gastronómica permitió reponer fuerzas para reanudar la fiesta por la tarde con la exhibición de alumnos del curso de música tradicional de Coreses, la entrega de premios y baile popular a cargo de "La Mancera".