La desaparición de Roque, un perro de caza, dedicado por completo a la compañía de la vecina de Nuez de Aliste Manuela Domínguez Casado, de 97 años de edad, ha dejado a toda la saga "con la sensación de haber perdido un miembro de la familia".

El animal fue criado en Fariza de Sayago pero fue recogido por Juan Aliste "de unos amigos cuando no era más que un cachorrito de tres meses". Desde entonces es un perro más en el censo canino de pueblo de Nuez, conocido por toda la población.

Desde su desaparición en la tarde del pasado martes, 14 de febrero, Manuela Domínguez, que padece sordera, vive un estado "de desconsolación" porque Roque no la dejaba ni a sol ni a sombra. "Dice que nos han matado al perro" expresa Juan Aliste, que resalta que Roque acompañaba a su tía a todas las partes dentro del recorrido que hacía por el pueblo alistana, muy especialmente de casa a la tienda. "Es una mujer que camina con soltura y va y viene por un triángulo del pueblo" con el perro como fiel acompañante. "Era como su mascota".

Sobre el perro destaca que es un animal "supercariñoso, superobediente, bonito", poseedor "de una estampa preciosa". "El Plumero" lo llama la hija. Aliste afirma que "no me extraña que alguien llamara al perro, se acercara y se dejara coger". Para dejar constancia de la nobleza del cánido señala que un vecino "me decía que nunca he conocido un perro tan obediente. Lo que digas hace".

Pocas veces salía Roque al campo, solamente cuando el mencionado vecino, que tiene otro perro pequeño, hacía alguna salida por el contorno y optaba por ir acompañado por los dos animales, o cuando alguien de la familia lo sacaba en alguno de los paseos por el campo. Era un perro de caza "pero no sabía cazar".

Otra de las características del animal desaparecido es que tenía un carácter tan confiado y se daba tanto a la mano de unos y de otros "que era como un juguete".

Juan Aliste afirma que lo que realmente "me asusta y me da miedo" es que haya sido robado y destinado a ser víctima de personas que maltratan a los animales. Su convencimiento es que alguien lo ha recogido "porque la gente que patea el campo y anda por los alrededores dice que no está por allí". Hoy es viernes y espera una vivencia de circunstancias. "Mi hija cuando vamos al pueblo los viernes lo primero que hace al descender del vehículo es ir a ver al perro, y luego a los demás". Realmente está advertida de lo sucedido, pero habrá una sensación de disgusto.

Juan Aliste quiere dejar claro que si alguien tiene el perro y quiere devolverlo "solo tiene que dejarlo cerca del pueblo y él solo irá para casa. No quiero saber quién lo llevó". La alegría de Manuela Domínguez y de la saga sería tener de nuevo en casa a toda la familia.