Según un estudio de una compañía que fabrica teléfonos móviles, los españoles consultan sus dispositivos una media de 80 veces al día para comprobar si han recibido algún mensaje o llamada, un gesto que en Perilla de Castro exige coger el coche y desplazarse cuatro kilómetros para encontrar cobertura. La localidad lleva desde el 23 de enero sin servicio de telefonía móvil ni de datos de ningún operador, un problema que además de suponer una gran molestia para los vecinos más jóvenes del pueblo, está dañando a los pocos negocios locales que existen, como la casa rural, que se arriesga a perder varias reservas al llevar 22 días sin poder recibir llamadas.

Los vecinos se sienten "abandonados a su suerte" por parte de las compañías telefónicas, la mayoría de ellos son clientes de Movistar y están hartos de registrar una reclamación tras otra sin oír más que "existe un problema técnico" que nunca se termina de arreglar. "El lunes me llamaron de Movistar para decirme que lo habían solucionado, pero no pasaron ni dos horas cuando se volvió a ir la cobertura y ahora mismo seguimos sin ella, estoy hablando de la cobertura de voz, porque de 3G y 2G nada de nada desde el 23 de enero", explicaba ayer José María, que regenta un bar en Perilla, cansado de "pagar por un servicio que no me están prestando".

Para mayores trabas, el ADSL también falla durante días enteros en todo el municipio, "este mismo fin de semana no hemos tenido ni móvil ni internet en los ordenadores", coincidían varios vecinos de Perilla de Castro.

Donde más lo notan es en la farmacia, donde cada vez que se cae el internet no pueden leer las recetas electrónicas que ahora expiden los médicos en la provincia. La boticaria, Ángela, explicaba que recientemente pasó casi una semana entera sin poder vender medicamentos con receta, porque el ADSL dejó de funcionar un viernes y no se restableció el servicio hasta el jueves siguiente. "Lógicamente la gente necesita sus medicinas y les tienes que decir que vayan a otra farmacia, al final me están quitando mi sueldo", se desahoga la indignada farmacéutica. "Todos los días llamamos de algún pueblo de Zamora al Colegio de Farmacéuticos porque no funciona el servicio. El que puso la receta electrónica no tiene ni idea de cómo es esta provincia, que aquí la gente viene de otro pueblo con su tarjeta y no les puedes mandar para casa sin sus medicinas, porque internet funciona un día sí, un día no".

Al "apagón" telefónico hay que sumar la deficiente recepción de la señal de televisión en el municipio durante buena parte del invierno, cada vez que hay niebla en Zamora la TDT no llega a Perilla.