Autoridades, industriales, autónomos, ganaderos, parroquias y particulares consideran la situación "insostenible" y se han puesto en contacto con expertos para buscar sistemas de alarma y alternativas a través de las nuevas tecnologías que permitan garantizar sus propiedades, y en caso de ser robadas saber su paradero y que las Fuerzas de Seguridad del Estado puedan recuperarlas. Entre los afectados, una de las propuestas que más están llamando la atención consiste en una tarjeta micro sim asociada a un número de teléfono con tarjeta prepago. Según los empresarios, una vez detectado el robo "basta una llamada a ese teléfono y localizas el objeto robado con exactitud en el mapa". Al parecer hay compañías que ofrecen el dispositivo, más la tarjeta y el servicio por un coste aproximado de alrededor de 150 euros.

Según manifiesta un empresario alistano: "Tenemos que buscar algún sistema que nos permita estar seguros. La tarjeta micro sim "con cobertura mundial" quizás pueda resultar efectiva, pues es fácil de ocultar en cualquier objeto y luego seguirle la pista".

Uno de los colectivos donde más preocupación hay es en el de la caza, pues las familias guardan en su casas las escopetas y rifles. La costumbre de viajar fuera y dejarlas en el pueblo se está convirtiendo en un grave problema de imprevisibles consecuencias en el caso de ser robadas y ser luego utilizadas para cometer algún delito. Las personas mayores no ocultan su miedo y más de un jubilado reconoce que han llamado a los hijos pidiéndoles que "en el caso de tener escopetas, rifles o cartuchos en los pueblos, que los lleven a un lugar seguro, no sea que nos vayan a meter en algún lío".