Una treintena de exalumnos del Seminario Menor de La Bañeza y del colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria insisten en reclamar justicia sobre al caso de los presuntos abusos sexuales cometidos contra menores de edad, durante el curso 1988-1989. El sacerdote José Manuel Ramos Gordón ha reconocido los hechos.

"Para que éstos actos no vuelvan a suceder jamás, en ninguna situación y bajo ninguna circunstancia, es nuestro deseo que los mismos no prescriban; que sus autores sean convenientemente condenados, y que la sociedad no mire para otro lado; que el paso del tiempo no sea la sombra donde se escondan estos seres sin escrúpulos, sin dignidad" expresan en un comunicado.

Señalan que "aun conscientes de la no normalidad de la situación, fuimos incapaces de actuar o enfrentarnos a ella por la ingenuidad e inocencia propia de la corta edad". Añaden que "a pesar de que el autor ha admitido los hechos, solicitamos que se manifiesten todos los conocedores de los mismos, cuya obligación y responsabilidad era haberlo denunciado y no encubrirlo, y den testimonio de lo ocurrido; nuestro temor es que no todas las posibles víctimas hayan tenido el valor de hacerlo público". Ponen de manifiesto que "en los actos que tenemos previsto realizar, pedimos apoyo a los ex¬-seminaristas del JUAN XXIII de Puebla de Sanabria, donde José Manuel Ramos Gordón fue educador y responsable de la Enfermería. Algunos de ellos ya han manifestado públicamente presuntos abusos".

Apoyo de Tábara

Los firmantes solicitan "el apoyo a los vecinos del pueblo de Tábara, que han manifestado públicamente sentirse engañados, para que pidan explicaciones al Obispado de Astorga de por qué hace 26 años lo envió a esta localidad; a sabiendas de que volvería a estar en contacto con niños".

Con este comunicado, resaltan, "queremos apoyar a los compañeros que sufrieron estos abusos y pedimos que se siga investigando el caso y se haga justicia".