La tala de más de un centenar de chopos en el parque Natural del Lago de Sanabria, perteneciente al término de Ribadelago, ha provocado las protestas de vecinos y miembros de la Junta Vecinal de Montes de Ribadelago.

La masa de arbolado se localizaba en el paraje de la Llagona de Valdesteiros, en una zona de fácil acceso, y donde hace más de una semana opera una empresa que tala, almacena y traslada los árboles ante el malestar de los vecinos. La Junta Vecinal mantiene un litigio con el Ayuntamiento de Galende y la Junta de Castilla y León por la titularidad de varias fincas dentro del Parque, incluida la Llagona de Valdesteiros, y consecuentemente su gestión. Las administraciones, por su parte, con la figura de Monte de Utilidad Pública se subrogan la gestión forestal.

El alcalde, José Manuel Prieto Ramos, señaló que en Ribadelago hay una Junta Vecinal pero "sin terrenos, y cuando nos llegue una sentencia la cumpliremos". En el Ayuntamiento "no figura que haya ningún Monte Vecinal en Mano Común. Las fincas públicas son comunales o Montes de Utilidad Pública. Cuando un Juzgado o una sentencia diga que son montes vecinales acataremos el fallo".

La subasta de los chopos ha reportado una cantidad muy baja de poco más de 2.000 euros, como denuncia la Junta Vecinal, ya que se trataba de árboles viejos y en mal estado, aunque la tala ha dejado al descubierto tocones sanas y de gran perímetro. La adjudicación de la extracción recayó en un maderero portugués. La Junta Vecinal reclamará al Ayuntamiento de Galende el dinero que ingrese el Ayuntamiento por vender una madera que no es de su propiedad, según mantiene el vecindario.

"Árboles del pueblo"

Se trata de más de un centenar de árboles que superan el medio centenar de años que fueron plantados por prestación vecinal, aunque los residentes en el pueblo no recuerdan cuando se realizó la plantación, aunque rondan los años 40.

Esta reforestación se hizo con plantas alóctonas, ya que esta especie de chopo no es propia de la comarca. Los vecinos reclaman que hace unos cuantos años a cada vecino del pueblo le asignaron dos chopos en la suerte de leña, con el argumento de que había que sacar los chopos. Cada vecino cortó los árboles correspondientes, unos para madera aunque la mayoría los utilizó para leña.

La tala total de los árboles se ha efectuado sin notificárselo a la Junta Vecinal ni a los vecinos que "la semana pasada se encontraron con los primeros árboles en el suelo".

En estos momentos los vecinos denuncian que los árboles pertenecen al pueblo y quien se tiene que beneficiar son los residentes, ya que los chopos están en una zona accesible y sirven para leña, en lugar de tener que ir a buscar las suertes de leña -robledal mayoritariamente- a otros puntos del término con peor acceso, y que sirve para disuadir a los vecinos más mayores para ir a buscar la suerte de leña.

En el caso que los vecinos hubieran necesitado leña "que no es el caso, se le hubiera dado suerte. Se ha respetado que cada pueblo tenga los aprovechamientos dentro de su término local, pese a que los comunales son municipales y "de todos los ciudadanos". La leña de la chopera talada "no vale para nada", como señaló ayer el alcalde. La subasta de la madera de la chopera se aprobó en la sesión del 28 de abril del pasado año, con el respaldo del grupo socialista y un concejal de Ribadelago, como señaló el alcalde. La cantidad ofertada es de 2.550 euros que se eleva a 2.856 con la aplicación del IVA. La madera subastada en otro de los lotes, en el término de Galende, asciende a 6.860 más el IVA.