Animales domésticos y fauna salvaje han encontrado un alimento inusual, según los expertos, toda una golosina para ellos, para afrontar el invierno cuando flojean los pastos y las presas cárnicas: la sal común marina que desde hace diez meses aparece abandonada en un MUP de San Vitero, junto al cruce de la carretera regional ZA-P-912 (Alcañices a Villardeciervos) y la provincial de Villarino Cebal a San Cristóbal.

Vecinos y transeúntes aseguran haber visto saboreando la sal a vacas domésticas, ciervos, jabalíes e incluso lobos. Es de sobra conocida la atracción hacia el sal por parte de los animales, lo cual ha llevado a que algunas administraciones hayan sustituido el sal granulado por el líquido, tras producirse accidentes por atropellos de fauna que en invierno acudían a las carreteras para saborearlo.

La historia se iniciaba en 2013 cuando la Mancomunidad promovía una acción conjunta para comprar sal marina contra el hielo y la nieve en carreteras locales, calles y plazas por los propios ayuntamientos. En octubre de 2013 se distribuyó el primer trailer con 24 toneladas. Dado el ahorro en 2014 se repitió la operación con 24.000 kilos más. Al menos 10 de los 12 ayuntamientos agrupados retiraron el sal que les correspondía -el trailer los descargó en San Vitero-, y le dieron un uso adecuado cuando llegaba el frío. Hasta entonces la alternativa pasaba por la compra de los sacos de sal utilizados para las matanzas y utilizarlos como fundente.