El visón americano, originario de Estados Unidos y Canadá, tiene un gran potencial colonizador y se está convirtiendo en un grave problema para los ecosistemas pues desplaza a las especies autóctonas. Desde el 2 de agosto de 2013 esta incluido en el Catálogo Español de Especies Invasoras. En la comarca alistana ya está presente en la mayoría de los ríos, muy en concreto en el Aliste y el Frío, pero también en otros como el Manzanas, Cabrón, Espinoso, Cebal y Mena. Se ha habituado a la presencia humana y se han dado casos como el de Valer de Aliste donde una pareja se instaló en una escollera del río Frío, justo en la Plaza Mayor, junto a la iglesia, donde se dejaba ver a todas horas, cazando e incluso tomando el sol, pudiendo ser observados por niños, jóvenes y mayores.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León lleva varios años intentando poner freno a su expansión mediante la captura con trampas junto a los ríos. Autoridades y vecinos reconocen que es la única alternativa "pero es complicado acabar con ellos pues hay muchos y se reproducen como los ratones. Son una plaga". Estudios de la Universidad de Salamanca ya acreditaron los graves efectos del visón americano sobre las ratas de aguas (las conocidas en Aliste como llorigón) y el musgaño de La Cabrera. Cangrejos y garduñas son otras de sus víctimas. Sus depredadores efectos se sufren en países como Finlandia, Bielorrusia, Portugal, Polonia y Alemania. El problema, de por si grave, lo es aún más si cabe, pues los visones están atacando en pueblos fuera de cauces fluviales, como Rabanales, con el Mena y Cebal relativamente lejos del casco urbano.