Abejera de Tábara celebra ahora los cencerrones por la tarde, sin embargo, como en todos los pueblos alistanos donde había mascaradas la realidad es que salían a primera hora del día 1 de enero para felicitar a las familias y su integrantes: "Buenos días de Año Nuevo y salida de Año Viejo, con aumento de gracia y gloria para este matrimonio y las personas que ustedes tengan de mayor agrado".

La felicitación, casa por casa, llevaba consigo la petición del aguinaldo. La comitiva era encabezada por el "Alcalde de los Mozos" que, ataviado con Capa Parda Alistana de Honras y Respeto o en su caso "casaca" portaba una mochila de pastor en la cual iba recogiendo los aguinaldos. Normalmente chorizo o tocino. Hay que tener en cuenta que era lo que había y con ello se hacía la convidada.

Muestra de ello es la copla que se cantaba durante la espera en Abejera: "De año en año aquí venimos, / a buscar lo que pedimos. / Corten largo, corten gordo, / cuidado no corten un codo. / Corten Cueiro, corten cueiro, / cuidado no corten un dedo. / Cuchillos sentimos rugir, / linguanicicas nos van a partir". Recibido el aguinaldo todos, mozos y cencerrones a una se despedían: "Que de hoy en un año". Otra de las peculiaridades era que se portaba una ancestral "Romana" y cada diez casas se pesaba lo recogido para evitar suspicacias.

Cuando a lo largo del año anterior había fallecido un vecino, al llegar a su casa, cesaba la algarabía y todos juntos, con el Alcalde de los Mozos de líder rezaban por su alma. A lo largo de la historia hubo tiempos difíciles: si una familia lo estaba pasando mal en vez de pedirle aguinaldo, se lo daban.