La "madera hay que cortarla en sazón para que no se estropee". La tradición asegura que para cortar leña los meses con "erre" (de septiembre a abril). Hoy sólo se recomienda de noviembre a febrero, porque si no le entra el "carancho". En esto los alistanos lo tienen muy claro y la mejor época para cortar la madera es durante la luna menguante de enero. De esta manera se evitaría la acción de los temidos caranchos. Se trata de un escolítico que se alimenta de madera muerta. Se introduce en la corteza y madera, no se ve y poco a poco va perforándola hasta convertirla en polvo".