Santos Romero, de 84 años, solía ir a El Puente de Sanabria para comprar cera destinada al lagar de Sagallos. Con 14 años entró a trabajar en el oficio de su abuelo y de su padre, la fabricación de cera. Los alumnos del CEIP Monte Gándara de El Puente recientemente han hecho recorrido a la inversa, de El Puente de Sanabria a Sagallos, para aprender estos viejos oficios.

El Centro de Interpretación de la Miel, guiado con las explicaciones de la técnico María Turiño, y el Museo Etnográfico de Codesal, con las explicaciones de Carlos Cabezas, son las lecciones en vivo de la Historia más reciente, de los abuelos, para los pequeños estudiantes.

Romero ahonda en sus explicaciones. No solo comparaban la cera en Carballeda y Sanabria sino que visitaban otros puntos en Galicia y León.

La enorme viga que preside el lagar y que es fundamental para ejercer la presión y obtener la cera, la colocó su abuelo hace 70 años, por un agujero en la pared del lagar, ahora clausurado. Un recuerdo de un niño de 15 años, que ahora peina en recuerdos para su lección escolar. El lagar es un edificio más que centenario, que durante un tiempo no pagó impuestos, la llamada "la contribución", al ser una construcción que superaba los 100 años.

Junto al antiguo lagar se sigue fabricando cera con métodos más modernos. Los niños aprenden cómo se obtienen los bloques de cera, que se van a destinar, entre otras cosas, a las colmenas para que las abejas sigan produciendo miel. El fuerte olor a cera llama la atención de los niños.

Con una cata de miel culmina la visita al centro de Interpretación de la Miel, a escasos metros del lagar guiada por María Turiño, donde los estudiantes aprecian la evolución de la apicultura en las colmenas, el equipamiento del apicultor y la modernización de las centrifugadoras para separar la miel. Aprender que para el oso, la miel es un manjar merece una atenta lectura de los paneles que ilustran el recorrido.

Todos los objetos de la exposición, y más los que se pueden tocar y probar, atrapan la atención de los niños, como las antiguas colmenas de corcho que bien conocieron los abuelos.

Y alguna colmena antigua guarda en sus dependencias el Museo Etnográfico de Codesal, la tercera parada de la visita a la Historia comarcal, aunque son cientos los objetos que atesora la estancia. Objetos antiguos pero novedosos como un gigantesco fuelle de una fragua que abre el recorrido, interpretado por Carlos Cabezas el archivero del Ayuntamiento de Manzanal. Los trabajos de la casa y del campo requirieron de objetos cotidianos como el uso, la plancha de carbón, los cacharros de barro, aceiteras de metal, tacatacas y cestas de mimbre o cunas de madera. El campo reclamó arados, cribos, hachas, cencerro, romanas para pesar y azadas. La colección de llaves perfectamente conservada entretiene a los niños.

La pregunta que más se oye entre los niños ante una sala repleta de cientos de objetos no es otra que "¿y esto qué es?".