La historia del Centro de Logística de Tierras de Aliste nacía en 1998 cuando la mancomunidad, presidida por Jesús Prieto Moral, decidía construir una nave para guardar el camión. La convocatoria para la cesión de 800 metros cuadrados de terrenos fue todo un éxito con tres ofertas diferentes: Rabanales, Alcañices y San Vitero. La oferta de Alcañices era "muy buena", por céntrica y barata: a 5 euros el metro cuadrado (4.000). Fue entonces cuando José Tola Ramos sorprendió con la oferta gratuita mediante acuerdo de Pleno de 12 de marzo de 1999. Lo que en un principio parecía una acuerdo inmejorable comenzó a convertirse en una auténtica pesadilla, ya que 18 años después el Ayuntamiento sigue sin cumplir lo acordado, la segregación de los terrenos del monte de utilidad pública y su cesión a la mancomunidad. Con una cesión por 25 años se construyeron las bases.

Se paralizó hasta 2006, cuando surge la necesidad del Centro de Logística para albergar los bomberos de Aliste. La Diputación concedía una ayuda de 222.480 euros, con un problema, al superar la Mancomunidad los 8.000 habitantes, se pasaba de aportar el 10% al 40%: 88.992 euros. Surgieron dudas y la opción más viable era abandonar por inasumible. De nuevo aparecía el Ayuntamiento de San Vitero y su alcalde, José Tola, comprometiéndose a poner 33.372 euros y costear la redacción del proyecto, 12.000 euros, rapartiéndose los 55.620 euros restantes a partes iguales, 4.635 cada uno entre los 12 municipios. Y el Centro de Logística se construyó. Eso sí, los alcaldes, a cambio de poner su dinero, rubricaron un nuevo convenio donde la cesión pasó a ser indefinida y en caso de disolución de Tierras de Aliste, los terrenos revertirían a San Vitero (con derecho de tanteo), y el dinero sacado se repartiría a partes iguales.