Tanto los integrantes de las comisiones de España como de Portugal reunidos con motivo de los asuntos del agua internacional destacan, en los encuentros relativos al Convenio de la Albufeira, la sintonía existente entre ambos estados a la hora de gestionar el recurso fluvial que discurre por el Duero fronterizo. Hacen referencia a su carácter "estratégico", y al hablar de los compromisos hacen hincapié en la importancia de las demandas del agua compartida para usos hidroeléctricos, agrícolas, de abastecimiento, turístico y recreativo.

En los desvelos de los comisionados está el cumplimiento del caudal ecológico, de los objetivos de calidad del agua y medioambientales del recurso e incluso se muestran partidarios de promover proyectos de cooperación transfronteriza financiados con fondos europeos. Sin embargo, hasta la fecha, siempre ha quedado al margen la compensación económica a los municipios impactados por los embalses, por lo general, pueblos golpeados por la despoblación, el envejecimiento, la precariedad de servicios -especialmente de cobertura de telefonía y televisión- y la muerte o pérdida de actividades.