Con 15 ovejas muertas y al menos 10 heridas se saldaron dos ataques de varios lobos, en un mismo día, a la ganadería de José Antonio González, de San Juan de la Cuesta. El propietario trataba ayer de localizar nuevos restos dispersos por la zona. Entre las bajas contabilizaba dos carneros, uno de ellos desparecido.

Los tres abortos inmediatos y los que se prevé en las próximas semanas o nacimientos prematuros le llevan "a dar por terminada la campaña de Navidad" y los beneficios prácticamente del año en la explotación.

El primer ataque se produjo a primera hora de la tarde del lunes, cuando salió de la nave ganadera para dirigirse a las zonas de pastoreo habitual, entre San Juan de la Cuesta y Cervantes. El rebaño se partió en el festín de bellotas, que es común en estas fechas.

Los escobales que pueblan el territorio protegieron a los lobos de la vigilancia del ganadero, aunque no de la vigilancia de los mastines, pues uno tardó en regresar un día tras plantar cara al depredador.

José Antonio González mantiene que "fueron dos o tres lobos errantes adultos, que no forman una manada". El segundo ataque se produjo de regreso a la nave a la altura de los primeros pajares de Cervantes. Devoraron cuatro ovejas prácticamente enteras y a medida que regresaban a la nave fueron aumentando las bajas. La otra consecuencia de los ataques son los abortos de las hembras preñadas que por el estrés del ataque pierden las crías. Hasta tres encontró ayer el ganadero a lo largo de la mañana, mientras hacía el recuento y curaba a las ovejas heridas.

La mañana del martes, al salir de nuevo a pastorear, los mastines hicieron huir a un lobo de la zona donde se cometió el ataque. El ganadero ha dado cuenta del ataque a la Guardia Medioambiental. A parte de las muestras de las reses muertas, en la zona se detectaron deposiciones de lobo.

El afectado reclama la recuperación de los planes de desbroces silvopastorales en las zonas de pastoreo, ya que los últimos se realizaron hace no más de 4 años pero la maleza ha proliferado por el abandono de la tierra. Para los ganaderos es inasumible los 7.500 euros que cuesta desbrozar, aunque en menor medida se ha seguido limpiando superficies más pequeñas, con un coste "de unos 2.000 euros". José Antonio cree que la falta de planes de mantenimiento va a desembocar en problemas de incendios por motivos de caza, pesca, limpieza del arbolado frutal y freno a la expansión de los animales. "Y los perjudicados seremos los ganaderos". En el territorio opera una importante manada de lobos, aparte de estos tres ejemplares errantes y no sería de extrañar que unos y otros entren en conflicto por el territorio y por la comida, en este caso de las ovejas. Criticó la imagen que venden Ecologistas en Acción "que no tienen ni idea de cómo se gestiona, cuando el problema es que hay demasiados lobos". Subrayó que "encerramos de noche el ganado, tenemos un tropel de mastines y pastoreamos con las ovejas, pero no podemos controlar una zona con escobas de dos metros". Abogó por despejar las zonas de maleza que permiten tanto al pastor como al mastín anticipar la presencia de los lobos.