La concentración parcelaria está favoreciendo grandes plantaciones de hasta 100 castaños por hectárea en pueblos como Alcorcillo, Sejas, Viñas y Trabazos. Ello favorece las labores de cercado para evitar sustracciones. Este año el alto precio ha incrementado los robos. A ello se suma la fauna: jabalíes, corzos, ratones y ciervos las han incluido en su menú nocturno. Se han dado casos como el de Tina Gago de Casa, de Pobladura, que al llegar a su castañar en pleno día se encontró a cinco liebres dándose el festín.