El mercado micológico movió durante muchos años miles de kilos de producto sin control oficial. Desde el pasado año los recolectores de setas han de entregar su DNI y el comprador, planta o intermediario, abonarles el correspondiente IVA y extender la factura. Lo mismo sucede con otros productos silvestres como las moras y las castañas. De esta manera unos y otros cumplen con los impuestos al Ministerio de Hacienda.