La lluvias han logrado su objetivo y las setas silvestres comienzan a aparecer, aunque en mínimas cantidades: podríamos estar ante la peor campaña de los últimos 25 años. El Boletus edulis, blanco, se ha empezado a pagar hasta a 12 euros el kilo. La recogida de setas cuenta con una normativa para salvaguardar el ecosistema, en el caso de la Unidad de Gestión Micológica "Montes de Zamora".

La "recolección deberá realizarse sin causar daño al monte, quedando expresamente prohibido rastrillar el suelo o dañar e micelio de los hongos, así como estropear las setas de otras especies que no vayan a recogerse ya que todas tienen una función importante en el ecosistema forestal e incluso hay muchas especies de setas que tienen un gran interés científico o bien son utilizadas para estudios, exposiciones y publicaciones". Para la recolección y el traslado de las setas no está permitido el uso de las bolsas de plástico que impiden la transpiración y la caída al exterior de esporas: "Se deben utilizar cestas o recipientes que permitan la aireación".

Otra cosa a tener en cuenta por los recolectores es que "está prohibida la actividad de compra y venta de setas en montes y caminos forestales. Se prohibe recolectar setas durante la noche, desde la puesta del sol hasta e amanecer y por motivos de seguridad queda terminantemente prohibido recolectar setas en los días y superficies en los que se esté realizando i preparando una cacería debidamente autorizada.