Las setas cuentan con un amplio abanico de dichos populares sobre su comestibilidad que según los expertos la mayoría de las veces "carecen de fundamento". Por ello aconsejan "ante la más mínima duda no consumir, ya que podrían provocarle incluso la muerte". En el caso de aparecer alteraciones digestivas o nerviosas después de comer setas "recomendamos acudir al centro hospitalario más próximo, siendo importante llevar algún ejemplar o resto de las setas ingeridas".