La Mancomunidad de Sayagua pregona en su presentación unos objetivos deliciosos que, a la hora de la verdad, quedan muy por debajo de lo anunciado. Al abastecimiento de agua añade "la recogida y tratamiento de residuos sólidos y líquidos", así como "actuaciones dirigidas a mejorar la sanidad ambiental, arreglo y mejora de caminos, colaboración con otras administraciones públicas para evitar deficiencias sanitarias, tanto de carácter médico como veterinario, desarrollo cultural, deportivo y turístico de la zona, servicio de asistencia técnico-urbanística".

La empresa "Sayagua Servicios" obtuvo la concesión en el año 2002 y pasó a gestionar una entidad endeudada, a cambio un canon trimestral de 40.000 euros, que suman son 160.000 anuales. El año 2004 entró en servicio la Estación de Tratamiento de Agua Potable, valorada en 4,7 millones de euros, "de los que Mancomunidad aportó 470.000 euros. Al mismo tiempo se procedió a la apertura del Centro de Residuos Urbanos de Zamora, que conllevó el sellado del vertedero de Bermillo y el pago de 100.000" según informa el integrante de la Plataforma por la Sanidad Pública de Sayago, Lorenzo Ferrero.

Sayagua Servicios consigue que la Mancomunidad prolongue la concesión hasta el año 2035 a cambio de pagar la deuda.

Ante los retos planteados por la Mancomunidad de mejora de las desgastadas infraestructuras e mira con deseo a la Junta de Castilla y León, y a la Diputación de Zamora, de quienes se espera una colaboración económica importante. Pero también se pide a los alcaldes de los municipios mancomunados que atiendan con diligencia las redes de abastecimiento dentro de los cascos urbanos, especialmente, en el momento de realizar pavimentaciones y renovar calles.

Sayagua tiene, además, otros frentes que levantan las críticas municipales y de los usuarios, como el del uso de la maquinaria, pagada en alto porcentaje con dinero público concedido por la Junta de Castilla y León. Una maquinaria que fue entregada para que los ayuntamientos conservaran los caminos y los viales en buen estado, pero que, al contrario que en la zona salmantina, deben arrendar a un alto precio o prescindir de ella.