e s Aliste tierra de montes y praderas, llanuras y laderas, donde la propia naturaleza ha sabido amoldarse a la climatología como a las bondades y carencias del suelo, moldeando un ecosistema rico en valores endógenos convertidos en manjares agroalimentarios. A estas alturas ya nadie duda que la Ternera de Aliste con su merecida IGP es nuestro buque insignia y parte imprescindible a la hora de crear riqueza para las familias ganaderas. Pero no solo producimos carnes de alta calidad, incluidas las de cordero de "Castellana" y"Cochinillo". Los frutos silvestres de bosque han venido, para quedarse, como juez y parte de la gastronomía alistana. Ahí están las moras recogidas en septiembre que ponen color y sabor a tartas y yogures por toda Europa; nuestra miel, una delicatessen que endulza hasta la más amarga amargura, y, como no, las castañas que llegando el otoño alimentan y sacian el hambre con su exquisito sabor: asadas y cocidas. Sejas y Trabazos han conseguido, además, demostrar que la castaña alistana se precia para la repostería: postres que son una delicia. Ha llegado la hora de dar un paso adelante y luchar para que castañas y setas vean reconocido valor con una Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida. De calidad y cantidad vamos sobrados.