El Convento de las Clarisas de Villalpando vivió una noche mística el pasado domingo con el recital literario y musical ofrecido a La Inmaculada por la famosa periodista Paloma Gómez Borrero y el barítono zamorano Luis Santana, del que fueron testigos cientos de feligreses que abarrotaron el templo conventual.

La periodista contó historias muy emotivas sobre la devoción mariana del papa Juan Pablo II, sobre la generosidad del nuevo papa Francisco, poemas dedicados a la Virgen y algunas narraciones que hicieron derramar más de una lágrima, como la de Edith, una pequeña que salía de Auschwitz en 1945 sin familia y sin ganas de vivir, hasta que recibió el cariño y la ayuda de un joven sacerdote católico, Karol Wojtila. Las palabras de Gómez Borrero tenían en todo momento como telón de fondo las notas del piano de Antonio López Serrano, que se desplazó desde Córdoba para participar en este evento en honor a María Inmaculada, y se iban intercalando con piezas interpretadas por la imponente voz de Luis Santana, entre ellas algunos clásicos imprescindibles y otras de origen moderno, como alguna compuesta por el toresano David Rivas.

Los villalpandinos se sorprendieron por la cercanía de los artistas y de la periodista. El respetable tuvo la oportunidad de saludar en persona a Paloma Gómez Borrero, quien estuvo dispuesta a posar en fotografías con todos los integrantes del público que se lo pidieron, también con las hermanas clarisas de Villalpando. La periodista y el pianista pasaron la noche en un establecimiento hotelero en la villa para al día siguiente regresar a sus hogares y cumplir con sus apretadas agendas.

Previamente, en la mañana del domingo, Gómez Borrero hizo una visita a las monjas clarisas del convento de Villalobos, con quienes también se hizo varias fotografías.

El Ayuntamiento de Villalpando, presidido por Félix González Ares, organizaba este acto cultural que atrajo a cientos de vecinos. Los bancos de la iglesia se llenaron, pero a muchos otros no les importó seguir el recital en pie.