En Torregamones la superficie afectada por la nueva disposición de la Junta de Castilla y León asciende a 458.220 metros cuadrados.

El alcalde Julio Pascual contempla el hecho de que tanta superficie se mantenga como rústica como un fracaso. "Hubo una desafección del terreno público porque todo dios iba a edificar y ahora pasó a la historia. Estaban previstas 15 viviendas de protección oficial, que no se hicieron, una terminal de autobuses entre Zamora y Miranda, un matadero de ganado, un bar restaurante" expresa. Un verdadero plan de desarrollo urbanístico para un pueblo del Parque Natural de Arribes del Duero que siempre ha mirado con cierta envidia la actividad industrial de Miranda do Douro.

El regidor de Torregamones asegura que "todo es una mafia", y en parte considera culpables de que el polígono industrial quedara en un fiasco a un grupo de vecinos "que dieron guerra en su día, que firmaron alegaciones en contra y que ahora esconden la mano". "Todo se vino abajo por envidias, no sea que alguien sea más rico" manifiesta el regidor.

Corría en su caso la década de 1990 y la Junta de Castilla y León subvencionaba en parte la transformación.

En el caso de Fuentesaucó la superficie que retorna a la consideración de rústico, cifrada en 123.932 metros cuadrados, corresponde a parcelas rústicas desparramadas por diferentes puntos de la villa sobre las que se proyectó alguna urbanización. "Pero el ambiente", al decir del alcalde popular Gaspar Corrales, "no está para construir y las fincas siguen cultivándose de cereal". Presiente, además, que "por muchos años".