Los colegios de Bermillo y Almeida de Sayago no permiten el consumo de agua del grifo a los alumnos ni tampoco se usa en la cocina de los centros. Todo ello a pesar de que los ayuntamientos ya han emitido, desde hace más de dos semanas, el bando informando sobre la potabilidad del agua tras los problemas surgidos con el exceso de trihalometanos.

Sin embargo desde la dirección de los colegios se ha informado a través de un pequeño escrito a los padres y madres que "hasta que no haya comunicación al centro por parte de Sanidad de la potabilidad del agua, no se permitirá el consumo". Y se pide que los alumnos lleven "agua embotellada para su consumo dentro en horario lectivo, puesto que desde el centro se ha facilitado al comedor agua embotellada para cocinar".

La medida ha causado cierta sorpresa y desconcierto, puesto que los ayuntamientos han comunicado oficialmente la potabilidad del agua, una vez que los análisis del Servicio de Sanidad así lo han autorizado. Incluso se habrían remitido a los colegios las comunicaciones oficiales de la Junta confirmando la aptitud de las últimas analíticas realizadas.

A pesar de todo los centros escolares mantienen la medida y en algunas aulas de pueblos de la zona son los propios padres quienes aportan de forma rotatoria una garrafa para que los niños beban agua embotellada.

Reunión con Castro

Y todo ello mientras el peregrinaje de los alcaldes de Sayago por las instituciones llega esta mañana a la Delegación Territorial de la Junta donde los representantes de la Mancomunidad Sayagua serán recibidos por Alberto Castro. Una reunión que sucede a la mantenida el pasado miércoles con la presidenta de la Diputación dentro de las gestiones que llevan a cabo los alcaldes para lograr la financiación necesaria que permita modernizar el sistema de abastecimiento y terminar con los problemas de contaminación, mal olor y sabor del agua en los pueblos de Sayago.

Tras asegurar ayer a los periodistas que el consejero de Medio Ambiente está al tanto de la situación "desde el minuto cero", el delegado de la Junta avanzó que "vamos a escuchar a los alcaldes, ver qué soluciones plantean y las trasladaremos a la Consejería, que siempre ha estado al lado de los ayuntamientos".

Preguntado sobre la cuestionada gestión del problema, Alberto Castro aseguró que "la Junta ha cumplido con el protocolo establecido; nosotros analizamos y después comunicamos a la Mancomunidad y los ayuntamientos para que lo hagan público". En cualquier caso, el delegado quiso mandar un "mensaje de tranquilidad porque la Junta declara (el agua) apta o no apta de acuerdo con los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo le va a provocar a nadie ningún daño beber el agua; lo que dice la OMS es que si el consumo fuera constante a lo largo de los años es lo que implicaría tener ciertas enfermedades".

También se le preguntó si a Junta va a tomar alguna medida después de que algunos pueblos hayan estado bebiendo agua contaminada durante casi un mes. "En este caso la competencia es municipal; la Junta analiza el agua y notifica la situación a los ayuntamientos, que son los que tienen que tomar medidas". La realidad es que informó a la Mancomunidad, pero ésta no se lo comunicó nada a los ayuntamientos afectados.