El accidente registrado en la mañana de ayer en la N-631, con siete personas atendidas tras colisionar una furgoneta y un todoterreno al tratar de esquivar un jabalí que invadió la calzada, recrudece las críticas por la situación que viven los conductores que circulan por esta carretera. Esta vía es definida por el responsable de Medio Ambiente de Coag, José Manuel Soto, como "un corredor de la muerte".

La población de la N-631 se despertó ayer con la noticia de otro accidente en la que se vieron implicados un grupo de dos personas de Ferreras de Arriba y otro de Sarracín, que trabajan en la construcción, y otras que se dirigían a Plasencia.

Varias llamadas informaron a la sala del centro de emergencias Castilla y León 1-1-2 de la colisión entre una furgoneta y un turismo todoterreno en el kilómetro 30 de la carretera N-631, a las afueras de Tábara, en la recta de Litos. Al parecer, ocurrió al tratar de esquivarse un jabalí que invadió la calzada y que resultó muerto. El resultado fueron siete personas heridas, y fue precisa la intervención de los bomberos, pues uno de los ocupantes de la furgoneta tiene dificultad para abandonar el vehículo, según informa el propio centro de Emergencias regional.

El 1-1-2 avisó del accidente a la Guardia Civil de Tráfico de Zamora, a los bomberos de Rionegro del Puente -dependientes de la Diputación de Zamora-y a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que envió una UVI móvil, dos ambulancias de soporte vital básico y personal facultativo de Atención Primaria del centro de salud de Tábara.

El personal facultativo de Sacyl atendió en el lugar del accidente a dos mujeres de 62 y 55 años, dos varones de 63 años y otros tres varones de 62, 58 y 44 años, que fueron trasladados al Complejo Asistencial de Zamora en ambas ambulancias de soporte vital básico y una ambulancia convencional que circulaba por el lugar y se detuvo para prestar apoyo en el accidente.

Este accidente se suma a las decenas que se contabilizan cada año en esta vía de comunicación que enlaza gran parte de la provincia de Zamora con Sanabria-Carballeda y, a la vez, con Galicia. Y viceversa.

"Es lo que está anunciado. Cada día más accidentes y en la Administración mirando para otro lado. Mientras en vez de siete heridos no haya siete muertos no tomarán medidas" expresa el alcalde de Pozuelo de Tábara, Jesús Ángel Tomás, ya con reiteración porque es una asunto denunciado desde hace años.

Las soluciones que se apuntan para frenar el incesante peligro que supone la fauna pasan, fundamentalmente por vallar la N-631 y por reducir las poblaciones de las especies silvestres causante de los siniestros, ciervo y jabalí. Y es palpable también el malestar de los usuarios y de la población local respecto a una Ley de Seguridad Vial que responsabiliza de los accidentes, en principio, al conductor y víctima de los golpes.

En estas fechas, además, la vida silvestre se halla más que aventada por la actividad cinegética, legal y furtiva, que reina dentro y fuera de la reserva regional de caza de La Culebra.

El responsable de Coag, José Manuel Soto, afirma que los accidentes con la fauna en la N-631 "son el pan de cada día, y esta vía será un corredor de la muerte de no tomarse medidas". Señala que Coag "lleva años reivindicando que se tomen soluciones para la seguridad de las personas", y alude "a las numerosas manifestaciones organizadas al respecto, con alguna sanción, llegándose al compromiso de hacer un vallado que ha quedado dormido y se retomará cuando pase alguna gran desgracia".

El vecino de Tábara, Francisco Pernía, reconoce la situación la preocupación de los residentes en los pueblos que utilizan la N-631. "Nadie quiere matarse ni que se mate nadie, pero hay que ir con mil ojos y tenían que vallar la vía como una autovía si quieren tener animales, que no solo causan problemas en las carreteras, también en los cultivos". Indica Pernía que es cazador de caza menor y la fauna causa problemas de todo tipo "porque los perros salen tras los animales silvestres que marchan en línea recta pueden cruzar varias carreteras. Algo que también sucederá con los perros de los pastores".

Fuentes de Ferreras hacen referencia, además, al incremento del coste que supone para los conductores el seguro del vehículo, por causa de la posible colisión con la faunos tienen que pagar los ganaderos por los posibles ataques del lobo.