La sequía y el jabalí han dejado su huella este año, como otros, en la viticultura de Arribes del Duero. El suido cosechando en los viñedos cuanto ha podido al centrarse en los racimos como fuente de alimento, y la segunda repercutiendo en el rendimiento de la uva, de tal manera que se estima que la incidencia es de "un diez u once por ciento menos" de lo habitual.

Sin embargo, existe "satisfacción por los resultados", que se presagian de muy buen paladar porque, según precisa el gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arribes Carlos Capilla "los años un poco extremos son de buena calidad para los vinos de Arribes por las características de las variedades".

En estos momentos se da por recogida prácticamente "el 100% de la uva blanca", que ya se encuentra en bodega, pero queda la mayor parte de la tinta por recoger en los diferentes núcleos vinateros del Parque Natural de Arribes del Duero.

Este fin de semana se asegura que recibirá un buen golpe con la presencia de gentes que regresen a los pueblos para echar una mano a los familiares, aunque algunos han decidido posponerla unos días más al observar que, a pesar de la sequía, "no está suficientemente maduro el producto".

Desde el Consejo Regulador se presume que en una semana quedará prácticamente lista la campaña de vendimia a excepción de alguna bodega, como es el caso de Hacienda España, que suele esperar un poco más y a proceder "a una recogida mucho más tranquila y en cajas".

Carlos Capillla destaca "las excelentes condiciones que se están dando para la recogida de uva por contarse con unas condiciones climáticas excelentes".

La incidencia del jabalí en los viñedos es un problema que afecta a prácticamente a todas las poblaciones vitícolas del espacio protegido, en algunos lugares, como Aldeadávila, con una contundencia que los daños se estiman "en más de un treinta por ciento". Otras poblaciones del Parque Natural han sufrido con menor rigor la entrada de los verracos en los viñedos pero ninguno se libra de marranos. Fermoselle tampoco se libra de este problema y en los últimos años la sociedad de cazadores ha reclamado que se adelanten las batidas al jabalí y se permita su caza durante más tiempo para hacer frente a la abundante población de jabalíes. No obstante, ha sido chocante el modesto o pobre resultado conseguido a veces en las monterías, para sorpresa de los propios participantes.