Los pueblos de la comarca de Sayago que se abastecen de agua a través de la Mancomunidad Sayagua llevan ya una semana sin poder beber agua del grifo. A pesar de que inicialmente se habló de un periodo de "dos o tres días" hasta que se normalizara la situación provocada por la alta concentración de algas, la realidad es que desde el 30 de septiembre los ayuntamientos no han retirado los bandos que comunican la imposibilidad de consumir agua.

También se ha excedido el plazo de 48 horas del que se habló en la asamblea de la Mancomunidad celebrada el pasado martes, 4 de octubre. A pesar de que en esa reunión se aseguró que el agua era "apta" para el consumo, el hecho de que no se hayan retirado los bandos ha generado un desconcierto entre la población. En las redes sociales hablan de organizarse y los miembros de la plataforma por la sanidad pública son requeridos para intentar recabar información fiable.

A todo ello se suma que ayer medios de comunicación de Salamanca informaban de la preocupación existente en las comarcas de Ledesma y Vitigudino, integradas en la red de abastecimiento de la Mancomunidad de Cabeza de Horno que al igual que la de Sayagua capta el agua de la presa de Almendra.

Medidas rápidas

La Gaceta de Salamanca se hacía eco de las quejas vecinales y preocupación por el empeoramiento de la calidad del agua, sobre todo en las dos últimas semanas.

Y recogía unas declaraciones del presidente de la Mancomunidad salmantina, Arturo de Inés, quien quiso dejar muy claro que el agua es "totalmente" potable, como lo ha sido también las dos últimas semanas. Ha explicado que la causa del mal sabor y olor ha estado relacionado con la descomposición de algas y que la Mancomunidad está poniendo "todos los medios para combatir los problemas".

Entre las medidas urgentes adoptadas en la Mancomunidad salmantina está la instalación "en 24 horas" de un puntero sistema de carbón activo.