Los accidentes con la fauna silvestre son una constante en la carretera Nacional 631 que delimita la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra, donde lo población de ciervos anda estas fechan más aventados de lo habitual por los disparos de los cazadores y por el celo.

Con desesperación buscaban anteanoche varios vecinos de Pozuelo de Tábara un ciervo gravemente herido que había provocado un accidente poco antes de las diez de la noche, en un tramo de la citada carretera Nacional 631. Un joven vecino de Pozuelo circulaba en dirección a Tábara cuando el animal penetró en la carretera desde la cuneta, a la altura del kilómetro 17, y con la suerte que el golpe con el vehículo no fue frontal sino lateral, como explicaba el propio conductor.

Su enfado era mayúsculo por ser el tercer accidente que sufría en poco tiempo al estrellarse contra la fauna descontrolada que prolifera en esta zona, para desesperación de residentes y usuarios de la vía. El animal dejó mechones de pelo adheridos en la zona del impacto, que arrancó parte de la defensa delantera derecha. Una de las preocupaciones del accidentado era encontrar el animal incursionado en la calzada "porque si no hay pruebas fehacientes de que ha sido el animal quien ha provocado los daños, los seguros ponen problemas para hacerse cargo de los daños". El animal, que en un primer momento fue retenido, logró escapar y pasar desapercibido a falta de luz para seguir su pista.

A los pocos minutos paró otro vehículo para auxiliar con la noticia de que acababa de sufrir otro percance a 40 kilómetros por hora cuando se incorporaba desde la Nacional 630 a la Nacional 631. Con el vehículo prácticamente parado, el conductor explicaba que fue el ciervo el que embistió al vehículo provocando daños en la aleta delantera izquierda, por la parte del conductor, que impedían que le conductor entrara por su puerta y lo tuviera que hacer desde la puerta del copiloto.

Como en el caso anterior, el ciervo dejó su impronta en el golpe en forma de mechón de pelos. El cabreo entre conductores y testigos de los accidentes era la noche de domingo mayúsculo.

Los accidentes se sucedieron a lo largo del fin de semana. Un nuevo accidente con fauna se cobró la vida de una cría de ciervo el sábado por la mañana, en ese mismo punto kilómetro, 17, a la altura del término de Pozuelo de Tábara. La cría exhibía todavía el pelaje moteado que caracteriza a los ejemplares juveniles de la especie. Los accidentes van en aumento y la conflictividad con la fauna está a la orden del día dentro y fuera de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra y las zonas de expansión de la fauna en Tierras de Tábara y Alba y Sanabria y Carballeda.

El alcalde de Pozuelo, Jesús Ángel Tomás se pregunta si los responsables de la Administración "no se dan cuenta" de la siniestralidad que existe con la fauna en la N-631.