La familia de María del Carmen Carracedo Sotillo reclama respuestas sobre las circunstancias de la aparición de los restos del cuerpo, muy deteriorados, en una zona próxima al pueblo, a 600 metros de las viviendas. Se mantiene para mañana a las cinco de la tarde el acto de concentración por las personas desaparecidas, pero se traslada a Robleda, donde se realizará una nueva batida para intentar localizar a Felisa Ferrero García, de 91 años y desaparecida el 30 de julio, cuando se van a cumplir dos meses sin noticias de su paradero.

El hijo de la finada, Basilio García Carracedo, señalaba ayer que el lugar en que se encontraron parte de los restos "no tiene ni pies ni cabeza. Hay una serie de casualidades que no tienen explicación. Una zona que se había batido bien y apareció a la vista". El hecho de no se registrara ningún en olor en la zona o que un vecino que cortaba leña en la zona no detectara ningún olor "no tiene ningún sentido y nos deja con más inquietud".

La segunda zapatilla apareció "como colocada" en un paraje junto al camino por el que se había pasado en repetidas ocasiones durante las tareas de búsqueda. Basilio García se sumó a las tareas de búsqueda el miércoles por la tarde, después de llegar de Jaén, donde el martes se le comunicó la aparición de los restos de su madre.

Para Basilio García las investigaciones tienen que esclarecer si el cuerpo fue trasladado hasta aquel lugar en los 24 días que transcurrieron desde su desaparición hasta que finalmente aparecieron restos incompletos del cuerpo que, para el hijo, son los que menos información pueden aportar sobre lo que le ocurrió a María del Carmen y el motivo de su muerte. Un aspecto fundamental para intentar determinar la causa del deceso es que puedan localizarse el cráneo y el torso, que hasta ahora no se han encontrado, dado el mal estado de los restos que se encontraron. El cráneo "es imposible que se lo coma ningún animal".

Los resultados de las pruebas de ADN que podrán determinar si pertenecen a María del Carmen, no se facilitarán a la familia hasta dentro de un mes, y hasta ese momento no se puede efectuar el entierro.

Basilio García señaló que se sentía "engañado" porque la Guardia Civil le comunicó que había aparecido el cuerpo de su madre, pero "a las 5 o 6 horas me entero que no es el cuerpo sino algunos restos". Incidió en que su tío José Carracedo Sotillo se quedara solo y no contara con ayuda de la Guardia Civil en la búsqueda sobre el terreno "porque era más importante que los guardias fueran a cubrir las fiestas de la Alcobilla y de las Victorias que ir a buscar a una persona. Nos sentimos abandonados".

La aparición de los restos "no ha supuesto ninguna tranquilidad para nadie, y sí más dudas, porque la gente no descarta que la pudieran echar allí".