Agricultores de la comarca de Aliste, Tábara y Alba muestran su preocupación y malestar por la abundancia de fauna salvaje con graves repercusiones y daños en los cultivos. Las viñas y las uvas se han convertido en las principales perjudicadas: "Antes, no había problema, si acaso los perros para el lobo de los ganados que tenían que andar libres y los tordos comían alguna. Ahora hay que cercar las viñas y aun así no te dejan nada. Los ciervos, corzos y jabalíes andan por cientos, se ven manadas como si fueran un rebaño de ovejas. Al paso que vamos cuesta ya más proteger las fincas de ellos que lo que sacas de producción. Hay un problema y nadie toma medidas".

En Figueruela de Arriba los vecinos aseguran que "la fauna ya le ha perdido el miedo a todo y terminarán por entrar incluso en los cascos urbanos" y así lo han podido comprobar en las últimas noches: "Tienen arada toda la cuneta de la carretera desde la casa de la señora Lucía -la estanquera- hasta el campo de fútbol. También se quejan de los ciervos: "Yo tengo una viña con alrededor de 250 plantas, fui el otro día y estaba arrasada, no he podido ni comer una uva para probarlas", atestiguaba uno de los vecinos afectados.