"Rechazamos totalmente un hecho tan lamentable, esta persona ha actuado por su cuenta, no tenemos nada que ver". Ahmed Boulaich, representante de la numerosa comunidad marroquí de Fuentesaúco no oculta su preocupación por los efectos que puede tener el acto violento provocado la noche del miércoles por un joven de esta nacionalidad contra la dueña de la "La Surtidora".

Si el hecho delictivo ha sobrecogido a los vecinos de Fuentesaúco no menos perturbador ha sido para la comunidad de origen magrebí asentada desde hace años en el pueblo. La agresión ha situado en el punto de mira a unas personas integradas en Fuentesaúco desde hace más de dos décadas.

"Nunca hemos tenido problemas, queremos seguir viviendo en paz con nuestros vecinos. La agresión a Pauli ha sido un acto terrible que condenamos; yo personalmente he ido a hablar con ella porque son muchos años de buena relación, de mucha confianza y esto nos ha dolido profundamente" transmite de forma insistente Ahmed Boulaich.

Este padre de familia, promotor de la Asociación Fraternidad e Igualdad Marroquí (AFIM), lleva casi diez años viviendo en Fuentesaúco "y siempre hemos convivido todos en paz". Sin embargo la concentración "en contra de la violencia" que ayer por la mañana se celebró en la Plaza Mayor con la asistencia de más de un centenar de vecinos, entre ellos el alcalde y algunos concejales del equipo de gobierno, acrecentó la preocupación de los marroquíes.

A última hora de la mañana el propio Ahmed Boulaich acudió al Ayuntamiento para certificar ante el alcalde, Gaspar Corrales, la "condena" del acto delictivo y admitir que sus compatriotas "tienen miedo". "Entendemos que la gente esté un poco nerviosa y hasta que nos puedan mirar diferente pero llevamos aquí muchos años, nos conocen y jamás ha habido problemas. El chico que ha hecho esto (en referencia a la agresión y robo a la tendera) llegó hace unos meses, le hemos intentado ayudar, le hemos buscado trabajo y no ha servido de nada".

Una idea en la que insistía el alcalde saucano, quien aseguró que "es un hecho aislado de una persona complicada, no se puede demonizar a toda una comunidad por lo ocurrido". Una comunidad que en Fuentesaúco alcanza en estos momentos 145 miembros "integrados perfectamente, con su cultura y sus tradiciones como nosotros tenemos las nuestras, pero respetándonos todos".

Eduardo Folgado, concejal del PSOE en el Ayuntamiento saucano y diputado provincial, abundaba en el carácter "pacífico" de la colonia magrebí. "Están bastante arraigados y nunca ha habido problemas con la gente".

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad trabajan en la búsqueda del autor de la agresión a la dueña de "La Surtidora", una persona mayor que la noche del miércoles se vio sorprendida en su propia casa por un individuo que la asaltó y agredió en busca de dinero. La propia víctima reconoció al delincuente porque frecuentaba la tienda, fundamentalmente para recargar el móvil.

A la espera de que la búsqueda termine con éxito la comunidad marroquí de Fuentesaúco y el propio Ayuntamiento llaman a la tranquilidad ante un hecho "aislado". Ahmed Boulaich recuerda la "perfecta integración" en el pueblo. "Tenemos hijos que ya han nacido aquí, son saucanos y están orgullosos de ello; no queremos problemas". La llegada de ciudadanos magrebíes a Fuentesaúco se remonta a unos 20 años atrás llamados por la oportunidad de trabajo de los mataderos. A partir de la llegada de las primeras familias la comunidad se ha ido acrecentado hasta consolidarse con unas 18 familias asentadas.