Once ovejas muertas y 14 heridas es, por el momento, el saldo de la tercera lobada que sufre la explotación de Miguel Ángel Manzano, de Torrefrades, en el periodo de 9 meses. La primera ocurrió el 31 de diciembre de 2015, la segunda el 30 de julio y, "cuando confiábamos en que las cosas estaban más tranquilas" precisa Manzano, ayer por la mañana se encontró con un nuevo ataque en el cortino donde el rebaño de 400 ovejas dormía, a unos dos kilómetros de Torrefrades.

Fue un vecino quien a las 7 de la mañana dio el primer aviso al ganadero, al advertirle de que andaban ovejas suyas por el pueblo. Cuando acudió hasta el cercado se encontró 9 cadáveres esparcidos y las ovejas desperdigadas. A medida que fue reordenando el rebaño de 400 animales fue conociendo el alcance real del ataque lupino. Once ovejas muertas y otras catorce heridas, de las cuales "un se muere no tardando y otras dos o tres están muy tocadas".

Por la experiencia de las anteriores lobadas, Miguel Ángel Manzano sabe que las consecuencias tienen más recorrido. "La primera vez mató ocho y se murieron cinco después, y en primavera abortaron 40; eso ya no te lo paga nadie" apunta el ganadero sayagués, a quien la Junta de Castilla y León ha pagado los daños del segundo ataque de lobo pero del primero todavía no sabe nada.

En total los tres ataques le han supuesto 30 bajas "más perdidas importantes que no me compensa nadie". Y además tendrá que cambiar los usos. De momento, el nuevo episodio obligará a sacar a las ovejas del cortino y trasladarlas a las cañizas para que duerman. "Estamos en tiempo malo porque el pasto está seco, las echábamos aquí el forraje para comer y estaban estupendamente".

Políticos

Pero Manzano admite que el cambio no garantiza nuevos sustos "porque el lobo también ha entrado en las cañizas; lo que no es normal es que se permita que haya lobos en una comarca ganadera como la de Sayago".

El ganadero de Torrefrades lamenta que "los políticos no hacen más que decir que el ovino es un sector estratégico, se vuelven locos con la marca de calidad, que si la IGP, les ves ahí haciéndose fotos pero no bajan a esta realidad. Si verdaderamente quieren apoyar al ovino que empiecen por los propios ganaderos y vean todos los problemas que tenemos".

¿Soluciones? "No las tenemos que dar nosotros sino la administración, la Junta tiene que darse cuenta de que en una zona ganadera esto no se puede tolerar. Si tiene que haber lobos me parece bien, pero que los cuiden ellos".

Ante las críticas que reciben los ganaderos que carecen de perros para defender a los rebaños, Manzano asegura que "los perros son otro problema en los pueblos porque la gente se queja si andan sueltos. Son todo líos".