El equipo de gobierno local de Montamarta, presidido por Cristina Folgado, pretende que la residencia de ancianos que abrió sus puertas hace un año, el 1 de octubre de 2015, siga siendo de gestión municipal. Si el pasado mes de enero el Ayuntamiento se planteaba la viabilidad de la gestión pública de este centro, porque solo contaba con ocho residentes para pagar el sueldo de 14 empleados, en estos momentos están ocupadas las 25 plazas de la residencia y además hay una lista de espera de 12 personas más que desean ingresar en ella.

Además, la plantilla se ha ampliado a 17 trabajadores -algunos de ellos contratados a tiempo parcial-, a saber ocho gerocultoras y auxiliares, dos empleados de oficios varios que se encargan de la limpieza, dos cocineras, una fisioterapeuta, una terapeuta ocupacional, una doctora, una enfermera y la directora-administradora del centro. Los dos puestos de oficios varios siempre están ocupados por residentes en Montamarta, y rotan cada seis meses entre las personas registradas en una bolsa de empleo que creó el Ayuntamiento en la etapa del anterior equipo.

De momento, las cuotas de los residentes se emplean en pagar las nóminas, mantener el centro y amortizar el crédito suscrito para su construcción.