Novillero José Luis Vega de Bogotá, Colombia. Una oreja. Dos orejas

Ganadería "Adelaida Rodríguez". Novillos bien presentados. Bravos, con clase y de noble condición. Vacas igualmente bravas.

Tarde de expectación por lo novedoso del espectáculo la vivida en Corrales con dos novillos en solitario y posterior clase práctica.

La elogiable apuesta de la Asociación Cultural Taurina de Corrales por los jóvenes, dio resultado, no defraudando ni toros ni toreros. El novillero colombiano José Luis Vega agradecido por verse acartelado en la localidad del Vino, cuajó buenas faenas frente a los toros de "Adelaida Rodríguez". Que le sirvieron para cortar tres orejas.

Un torero con un concepto clásico que puso de manifiesto tanto con el percal del capote como con la franela de la muleta.

Tras la muerte de su segundo novillo que brindó al maestro Andrés Vázquez, y la salida por la puerta grande fue el turno de los jóvenes alumnos de la escuela taurina de Medina de Rioseco , que se las vieron frente a tres vacas de la misma ganadería.

Familiares que los acompañaron junto a los aficionados corralinos presenciaron un paso en el camino hacia el sueño de muchos, ser torero.

Los actuantes pusieron en práctica lo que ensayan semana tras semana en la escuela de tauromaquia, toreando tres vacas , alternándose entre ellos en las labores de brega.

Los tendidos de Corrales se pusieron en pie para reconocer el concepto del torero del de Bogotá, y también la ilusión de las jóvenes promesas con su forma de interpretar y de sentir el toreo. Olés rotundos en Corrales en un espectáculo que ha calado por su vistosidad y variado toreo.

Una tarde que deja patente que la tauromaquia tiene cantera y que con asociaciones taurinas como la de Corrales, su continuidad está asegurada.