Nueve entidades relacionadas con la conservación de la naturaleza han constituido la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos. Una iniciativa que pretende "alertar a la opinión pública sobre la gravedad del problema de la electrocución y la colisión de la avifauna en los tendidos eléctricos, que causa la muerte anualmente de cientos de miles de aves en España".

El problema es grave si se tiene en cuenta que la colisión y electrocución es la principal causa de muerte no natural a la que se enfrentan algunas de nuestras especies de aves más amenazadas, como el águila perdicera y el águila imperial ibérica, indican los impulsores de esta iniciativa. Según los datos hechos públicos por la nueva plataforma, durante los últimos 15 años se estima que en España han muerto electrocutadas, "como mínimo, más de 200 águilas perdiceras y más de 120 águilas imperiales, una situación insostenible que pone en jaque todos los esfuerzos por recuperar y estabilizar la población de ambas especies amenazadas".

En Zamora se han producido casos, con especial incidencia en aves esteparias especialmente la avutarda, aunque también se han detectado muertes de otras especies como águilas ratoneras.

El mapa elaborado por la propia Plataforma SOS Tendidos Eléctricos sitúa dos "puntos negros" en la provincia de Zamora, localizados en el término municipal de Morales de Toro. Las prospecciones realizadas desde el año 2015 por la red de voluntarios del proyecto han detectado tres ejemplares de busardo ratonero; 3 de garza real; 1 cuervo; 1 corneja negra; 1 cernícalo vulgar; y restos de huesos medianos. En otra prospección se localizó un buitre leonado, 1 águila culebrera (posible), otro busardo ratonero; 2 buitre leonado; 1 cernícalo vulgar; 2 corneja negra y huesos medianos. Además por la misma zona del Alfoz toresano, cerca de Pozoantiguo, se han localizado restos de huesos y algunos, águila ratonera y cuervo.

Ante estos hechos que tiene incidencia en el conjunto del país, la nueva plataforma exigirá a administraciones públicas y compañías eléctricas "que asuman su responsabilidad aplicando soluciones eficaces y duraderas".

SOS Tendidos indica que en España se trabaja desde hace décadas en la identificación y corrección de tendidos eléctricos peligrosos para las aves, "lo que por ejemplo contribuyó en su momento a salvar de la extinción a una rapaz tan emblemática como el águila imperial ibérica". Pero "por desgracia" esta línea de trabajo "no se ha desarrollado con la ambición y efectividad necesarias". En muchas ocasiones, una mala ejecución de las medidas correctoras conlleva que en algunos de los apoyos (postes) corregidos se sigan produciendo electrocuciones de aves.

Tampoco "el largamente esperado Real Decreto aprobado en 2008, que debía reactivar la aplicación de medidas en tendidos eléctricos para la protección de la avifauna, ha supuesto el cambio que se pretendía". Un indicador de la "gravedad" del problema es que "más de un millar" de aves afectadas por electrocución o colisión en tendidos eléctricos siguen ingresando cada año en los centros de recuperación de fauna salvaje españoles.

La Plataforma SOS Tendidos Eléctricos explica que "la frustración generada ante la persistencia de un problema de tal magnitud para nuestra biodiversidad ha llevado a articular un frente común desde la sociedad civil para trabajar con el objetivo de eliminar la lacra que, para las aves, suponen los miles de kilómetros de tendidos eléctricos peligrosos que se reparten por toda la geografía española".

Las nueve entidades que la forman son en su mayoría asociaciones de defensa del medio ambiente (Ecologistas en Acción, FCQ, SEO/BirdLife, SIECE y WWF España), pero también están presentes otros profesionales y colectivos dedicados a la conservación de la biodiversidad, como los Agentes Forestales y Medioambientales (Aeafma), los hospitales de animales salvajes (AMUS y GREFA) o medios de comunicación especializados (revista Quercus).