Un vecino de Aspariegos encontró tres granadas de mano cuando hacía limpieza en el desván de una casa que había heredado de un pariente fallecido que había luchado en varios frentes durante la Guerra Civil. El hombre, al hallar los explosivos, puso inmediatamente este hecho en conocimiento de la Guardia Civil de Zamora, que activó un protocolo de seguridad comenzando por acordonar la vivienda.

Una vez asegurada la ubicación de los artefactos, la Comandancia de Zamora movilizó a su equipo de búsqueda y localización de explosivos (EBYL) y también se desplazó hasta la provincia una unidad Tedax, especialistas en neutralizar este tipo de artefactos, que en pocas horas lograron desactivar y destruir las granadas en un lugar seguro.

Los técnicos EBYL inspeccionaron el desván para confirmar que no había más artefactos explosivos, lo que sí encontraron fueron dos pistolas antiguas. Efectivamente, las granadas pertenecían a la época de la Guerra Civil, concretamente dos de ellas eran de origen italiano, pertenecientes a la ayuda bélica prestada por Mussolini al bando nacional, una de marca Sociedad Romana de Construcciones Metálicas (ROMA) modelo 35 y otra marca Breda modelo 35. La tercera granada es de origen polaco y habría sido comprada por el Gobierno de la República durante la contienda, se trataba de una Granat Obronny WZ33 con espoleta WZ-GR31.

En cuanto a las pistolas, de ellas una está tan deteriorada que es imposible identificar la marca y el modelo, la otra es una FN Herstal Browning modelo 1906, calibre 6,35. Además había munición de caza y cartuchos metálicos tipo Lefaucheux, de calibres 11 y 7.

Desde la Guardia Civil recuerdan que la manipulación de este tipo de artefactos tiene un gran riesgo, por lo que se aconseja no tocarlos nunca y dar aviso a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado si se encuentra alguno, para que los agentes especialistas los recojan y destruyan. También apostillan que "no nos podemos fiar del aspecto físico de estos artefactos", pues incluso cuando parecen muy deteriorados, obsoletos e inofensivos pueden estar activos y causar grandes daños a las personas que los manipulen.

No es tan raro encontrar viejos artefactos explosivos de la Guerra Civil, el pasado mes de mayo aparecía un proyectil en la localidad zamorana de Corrales del Vino, que también fue destruido por la Benemérita. Fuera de nuestra provincia, hace un mes dos granadas y un mortero fueron encontrados en una casa de la provincia de Ávila y en julio un niño hallaba una granada en el Pirineo catalán.