La situación es inédita. En estos momentos tres personas se encuentran desaparecidas en la provincia de Zamora sin que las labores de búsqueda de Guardia Civil, vecinos, ayuntamientos, Protección Civil y Bomberos hayan dado resultados. A los rastreos por tierra, se han sumado medios aéreos y unidades caninas de la Benemérita (especializadas tanto en la localización de personas vivas como fallecidas), pero sin éxito, mientras crece la incertidumbre y la preocupación en los pueblos afectados.

Al caso de Felisa Ferrero, nonagenaria a la que se perdió la pista el 31 de julio en Robleda de Sanabria, se suman las dos desapariciones de Miguel Fernández, al que se vio por última vez la mañana del viernes al salir de su casa para dar el habitual paseo matutino en Gallegos del Campo. Y el último suceso ocurría la tarde del sábado en Rozas de Sanabria donde desapareció Mari Carmen Carracedo, de 54 años.

"La situación es preocupante" admitía ayer el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, mientras en Sanabria y Aliste los vecinos de los pueblos afectados y colindantes volvían a echarse al monte en una jornada muy calurosa y ya con menos personal debido a que ayer era día laborable y se han marchado muchos veraneantes. A ello se suma la cantidad de maleza que ha por ciertas zonas y dificulta mucho el rastreo.

En el caso de Miguel Fernández, la búsqueda se dirigió hacia donde indicaba el rastreo del teléfono móvil del desaparecido, que se mantuvo activo hasta hace 24 horas (por ayer). Lo confirmaba el subdelegado del Gobierno, García Bermejo. "El teléfono ha estado dando señal y, a través de una orden judicial, las empresas de telefonía nos dieron información sobre la posible señal del celular en los repetidores. La ventaja de esto es que hemos podido centrar la búsqueda y diseñar un triángulo por la zona de Nuez y Vega de Nuez, si bien es una zona escarpada".

Las batidas se sucedieron ayer entre varios grupos que se repartieron el terreno. "Hemos estado por las zonas que van hacia Moldones, Figueruela de Abajo, Los Chanos o Peña Furada" indicaba Carlos Pérez Domínguez, alcalde de Figueruela de Arriba. "Otros grupos han tirado hacia la parte de San Cristóbal y Vega de Nuez, se ha intentado seguir el rastro del teléfono pero nada" expresaba el regidor con cierta decepción.

En Rozas de Sanabria la incertidumbre crece a medida que pasan las horas desde que se perdió la pista de Mari Carmen Carracedo, a las cinco de la tarde del sábado. Grupos de vecinos junto a la Guardia Civil y Protección Civil inspeccionaron ayer casas deshabitadas en el pueblo de Villarino, cercano al lugar donde desapareció la mujer de 54 años.

Todo a pesar de que la reducida movilidad de la mujer hacía inexplicable que se pudiera haber desplazado hasta ese pueblo.

"Tenemos que agotar todas las posibilidades" comentaba Pablo San Román, uno de los participantes en la búsqueda de la mujer en la comarca de Sanabria. "La medicación limitaba mucho sus movimientos y parece imposible el alejamiento" certificó el propio subdelegado del Gobierno a preguntas de los periodistas.

Los rastreos también se ampliaron hacia el río y pozas. Y en los mismos participó un hijo de la señora y familiares cercanos que agradecieron la colaboración vecinal para intentar dar con el paradero de Mari Carmen Carracedo.

Preguntado por las circunstancias de las dos desapariciones en el plazo de 24 horas, Jerónimo García Bermejo aseguró que "no se puede descartar nada pero una hipótesis como el secuestro es altamente improbable. Son personas con una edad y unos problemas físicos; puede haber circunstancias de desorientación o de salud que les hayan llevado a refugiarse en algún lugar".