La Guardia Civil busca desde la tarde del sábado a una nueva persona desaparecida, en esta ocasión en la localidad sanabresa de Rozas. Se trata de Mari Carmen Carracedo, de 54 años, que fue vista por última vez poco después de las cinco de la tarde sentada a la puerta de su casa.

La de Mari Carmen es la segunda desaparición que se produce en la provincia en un plazo de 36 horas, pues en Gallegos del Campo continúan buscando a Miguel Fernández, de 78 años, que no ha vuelto a casa desde que el viernes por la mañana saliera a pasear, como hacía todos los días.

Mari Carmen Carracedo tiene la movilidad reducida desde que hace unos meses se sometiera a una operación quirúrgica por un tumor cerebral, una enfermedad que también le ha arrebatado el habla. Por eso sus familiares y vecinos dudan que haya podido alejarse mucho de la puerta de su casa, donde tomaba el fresco justo antes de que su familia le perdiera la pista, "camina muy despacio y con mucha dificultad" -explicaban ayer algunos de los paisanos que colaboraban en las labores de búsqueda- "no puede saltar una rama o una roca sin ayuda, subir un escalón le resulta complicado", por este motivo nadie se explica cómo no ha aparecido ni han encontrado ningún indicio sobre su paradero. Sin embargo, Rozas es un pueblo situado en medio de un bosque y la vegetación se adentra hasta el mismo casco urbano, lo que dificulta el rastreo. Dada su enfermedad, Mari Carmen no suele pasear sola, sino del brazo de uno de sus dos hijos, que vive con ella y con su madre. Todos ellos guardan esperanza de encontrarla con vida.

Las labores de búsqueda comenzaban a las siete de la tarde del viernes, cuando la familia de Mari Carmen Carracedo alertó a todos los vecinos y a las autoridades, y pocos minutos después se incorporaba la Guardia Civil, que organizó a los voluntarios para peinar los montes más cercanos al pueblo con la ayuda de los jóvenes, mientras los mayores buscaban en el interior del casco urbano. Los agentes y medio centenar de personas de Rozas y otros pueblos cercanos reanudaban la búsqueda ayer a primera hora, pero el día terminó sin que lograran hallar indicio alguno sobre el paradero de la mujer, algo que a mediodía ya motivaba que los vecinos imaginaran y especularan teorías como la de un secuestro: "en Sanabria tenemos miedo de que la gente salga sola por ahí, podría haber un loco que se haya llevado a Mari Carmen, al señor de Aliste y a la de Robleda", declaraba a este diario un paisano de la desaparecida. "La de Robleda" es Felisa Ferrero, desaparecida hace más de un mes en esta localidad sanabresa.

En cuanto a Miguel Fernández, cerca de un centenar de vecinos de Gallegos del Campo y otras localidades alistanas dedicaron de nuevo el domingo a buscarle por los alrededores de San Cristóbal, pues se ha confirmado que alguien le vio caminando por la era de este pueblo sobre las doce menos diez del viernes. Miguel salió de su vivienda a las 10 horas de ese día para dar un paseo, y una de sus rutas habituales es llegar hasta San Cristóbal, que dista menos de cinco kilómetros de su casa y luego regresar, pero ese día no volvió a comer con su esposa. Como Mari Carmen, Miguel Fernández no camina bien, ya que sufre una dolencia en las rodillas y no suele adentrarse demasiado en el campo. La Guardia Civil de Alcañices sigue buscándole, pero ayer los perros de la unidad cinológica de Castilla y León solo participaron en el rastreo durante la mañana, pues por la tarde fueron trasladados a Burgos donde había desaparecido otra persona.

Al caer el día sin más pistas sobre el destino de Miguel, la desazón crecía en la localidad, pero la búsqueda se reanudará hoy a las ocho para volver a peinar los alrededores de Gallegos del Campo, aunque al ser un día laborable se prevé que menos gente pueda participar.