Un nuevo ataque de lobos se cobró la vida de cuatro ovejas en la noche del martes al miércoles en una ganadería de Espadañedo. Los ganaderos y cazadores trasladaban ayer su malestar por la consecución de ataques que por costumbre se silencian, dado que el número de bajas es puntual y no se denuncian. Los ganaderos señalan la pasividad de la Junta de Castilla y León para frenar los ataques al Norte del Duero donde la especie es cinegética, y por tanto el control depende de las autorizaciones de la Administración. Los cazadores por su parte señalan a la Administración "como responsable" ya que no autoriza batidas al lobo. Los cazadores precisaba ayer que hasta ahora se han denegado todas las solicitudes formuladas y "nos vemos impotentes ante la administración para defender nuestros montes". Los ataques a las explotaciones de Sanabria y Carballeda son sistemáticas aunque prácticamente pasan desapercibidas porque los ganaderos no denuncian la mayor parte de los casos que se registran a lo largo del año. En otros casos la falta de seguros impide que los afectados por los ataques denuncien para cobrar los daños.