La Asociación Zamorana para la Defensa de la Caza y de la Pesca ha surgido con claros deseos de afianzar los aprovechamientos cinegéticos y piscícolas de un modo sostenible y como recurso tradicional y rentable del medio rural. Antonio de José Prada habla de ambas área con fundamento.

-¿Qué razones alentaron la puesta en marcha de una nueva Asociación para la Defensa de la Caza y de la Pesca en la provincia?

-Principalmente, la existencia de una serie de problemas comunes que afectan al mundo de la caza y de la pesca. Cada día son más los aspectos a nivel normativo, burocrático y principalmente social que limitan estos aprovechamientos tradicionales. En una sociedad mayoritariamente urbana, con un peso cada vez mayor del ecologismo urbano, que no rural, nos vemos en la obligación de defender la idea de que los cazadores y pescadores, además de ser necesarios, somos tan conservacionistas como el que más.

-¿Qué objetivos tiene esta Asociación?

La presente Asociación surge como plataforma común con el objetivo de poder representar y defender el mundo de la caza y de la pesca, colaborando con las Administraciones, al mismo tiempo que ayude a formar a nuestro colectivo y por qué no, a todo aquel que lo quiera conocer.

-¿Cómo ve la situación de las especies exóticas e invasoras?

-Creo que el Ministerio ha corrido demasiado dejando en el camino aspectos fundamentales como son los intereses económicos, sociales y culturales de nuestra sociedad. Intereses que dejan bien claro en su articulado las Directivas europeas (Hábitats y Aves), sobre las que se articula la Ley 42/2007, del Patrimonio y de la Biodiversidad que es el marco regulador del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, hoy en el candelero. Es evidente que determinadas especies deban estar incluidas en el Catálogo, pero aplicar el "principio de precaución" con carácter general, como se ha hecho en la reciente Sentencia 637/2016 del Tribunal Supremo y en especial sobre la especie carpa, desde nuestro punto de vista ha sido un notable error.

-¿Quiénes son los causantes de la introducción de especies invasoras?

-La sociedad en general. La Administración con las políticas de sueltas para fines varios (sanitarios -gambusia-, recreativos -lucio, arruí-, comerciales -cangrejo rojo-), el comercio globalizado por el que fluyen especies (mosquito tigre, picudo rojo, nematodo de la madera del pino) , las personas que compran especies exóticas y se le escapan o abandonan (galápago de florida, cotorra de Kramer), la industria y los actos vandálicos asociados a la misma (visón americano, trucha arcoíris), y por supuesto, asumiendo parte de culpa, nuestro colectivo que en ocasiones por falta de formación ha ayudado a propagar especies en zonas sensibles a donde nunca deberían haber llegado.

-¿Tiene remedio el problema? ¿Es posible regresar a lo originario?

-La casuística en estos casos es enorme. En líneas generales, muchas de las especies incluidas en el Catálogo están para quedarse. A día de hoy, es económicamente inviable la erradicación de muchas de ellas, por poner un ejemplo el caso de la carpa, el alburno, el lucio, el percasol o la perca americana en el embalse de Ricobayo. En determinadas zonas, empezando por las más sensibles, la Administración y todos los actores implicados, entre ellos nuestro colectivo, sí deberían aunar esfuerzos para preservar la "originalidad" del medio. En otras zonas, carecería de sentido sostenible, entre otras cosas porque hace años que perdieron ese carácter "originario", como es el caso de la mayoría de los embalses.

-Ha hablado de las directivas europeas, ¿qué opinión le merecen?

Sinceramente creo que no se están adaptando a los tiempos que corren. Por poner dos ejemplos: La tórtola turca, desde el año 1979 la Directiva Aves no ha modificado el listado de especies cazables (parte B del Anexo II). Tras la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea en el año 1985 y pese a existir informes favorables a la inclusión de esta especie, cada día más abundante, final y misteriosamente quedó excluida mientras que en la vecina Francia es una especie cinegética. El lobo, esta siempre controvertida especie, según la Directiva Hábitats tiene en el territorio de Castilla y León y en especial en la provincia de Zamora dos modelos de gestión en función de si estamos al norte del río Duero o al sur del mismo, con los problemas asociados que ello conlleva, en ocasiones rozando el absurdo. Es evidente que cualquier modificación de las Directivas europeas, sería como abrir una caja de pandora a los estados miembros, así que de momento creemos que tocará esperar.

-¿Qué opinión tiene del lobo y su gestión?

-Creo que la Administración hace lo que puede, en este sentido, como se suele decir le ha tocado bailar con la más fea. Algo que debería de ponernos en alerta es la capacidad que tienen determinadas Asociaciones y movimientos, la mayoría de las veces ajenas al territorio, para radicalizar posturas, derivando cuestiones técnicas a la justicia, perjudicando aquello que desde nuestra Asociación defendemos y que no es otra cosa que el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Debemos tomar ejemplo como, en la mayoría de las ocasiones y en la sociedad politizada en la que vivimos, la unión hace la fuerza.

-La caza es otro mundo tan lleno o más de cuestiones comprometidas. ¿En el medio rural la caza mayor va quedando en manos ajenas porque se arrienda los recursos cinegéticos para obtener un dinero y mantener la afición?

-Legalmente, el derecho de caza corresponde al propietario, así pues, en este sentido veo con normalidad que el aprovechamiento de caza mayor pueda generar cierta rentabilidad. Creo importante añadir que en ocasiones, debería ser a la inversa pues, el cazador con su labor de gestión reduce las poblaciones de caza mayor ayudando a reducir daños a la agricultura, competencia con el ganado doméstico y lo más importante atropellos en vías de circulación. Es cierto que una parte de la caza mayor queda en manos ajenas a la población local, pero no veo incompatibilidad alguna con este hecho, lo que realmente es y debería ser importante es que el aprovechamiento de la caza mayor genere unos recursos que reviertan en el propio territorio: pernoctaciones, restaurantes, bares, guías locales, guardas particulares de campo, productos de la tierra, etc.

-La nueva Ley de Seguridad Vial. Accidentes con la fauna en las vías de comunicación. ¿Es correcta?

-Afortunadamente y gracias a la Oficina Nacional de la Caza, se consiguió modificar la Disposición Adicional Novena de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, adaptándonos al resto del contexto europeo. No obstante, conviene seguir alerta ante posibles atropellos con especies cinegéticas, al continuar algunas compañías aseguradoras con el protocolo anterior, debiendo los titulares de los espacios cinegéticos tener presente el nuevo condicionado de la Ley de Seguridad Vial.