Una vivienda del barrio de Riguleira, de San Martín de Castañeda, sufre desde hace más de siete años inundaciones por el atasco sistemático del colector, especialmente cuando llega el verano y el número de residentes se incrementa lo que provoca un aumento exponencial en el caudal de aguas residuales.

La tubería alojada a unos 50 centímetros de la superficie está ubicada por encima de la fachada de la propia vivienda que cuando se llena o atasca desvía le agua hacia el sumidero de la ducha de la vivienda de Manuel Prieto del Estal y su hermana. Los desagües de la ducha y el váter canalizan el problema al interior de la casa.

El pasado lunes, un operario del Ayuntamiento procedió a desatascar el colector y la alcantarilla, tras surgir un nuevo problema con la tubería, un punto que canaliza las aguas de seis viviendas.

La operación de urgencia para solventar provisionalmente el problema es meter agua a presión desde una boca de riego próxima que también está deteriorada por falta de mantenimiento.

Las inundaciones han sido considerables en algún caso, como una vez en que el agua salió por el sumidero de la ducha y alcanzó los 10 centímetros de agua en la cocina. Al poco tiempo de reformar el baño de la vivienda, a los seis meses, se registró en la casa la primera inundación. Como consecuencia del problema se abrió la tubería, que permanece abierta, y se colocó una alcantarilla para poder acceder al punto conflictivo. El olor en la vivienda, cuando rebosa el agua del sumidero, tarda en irse varios días.

El vecindario urge el arreglo de la tubería, aunque de hacer obras en la calle también habría que sustituir las tuberías de abastecimiento que son antiguas y de hierro.