Rampante sobre los sobresalientes riscos de los horadados cauces de la mayor inyección nodriza del Duero, el Esla. La ejecutora de las preces al venerado Cristo Emberronao. ¡Qué bonita y prodigiosa leyenda! Guarecido en la agraciada ermita de generosas proporciones, epicentro de una de las más notables romerías de nuestra provincia. Hablo de Muelas del Pan, ¡Casi nada!

Este enclave privilegiado en la atalaya del Esla, cuando se aproxima para fundirse en beso eterno con el padre Duero, hace que Muelas del Pan sea una referencia geográfica y cultural de primerísima magnitud. Además de sus idílicos parajes es depositaria de una de las alfarerías más delicadas y singulares de la meseta Ibérica -como muestra su museo-, aporta temple cultural y expresión estética con sus danzas de paloteo, además de albergar el laboratorio de simulación de presas de Iberdrola y un poblado de ensueño.

Aquí, en su admirable salón de actos de la capitalidad del Esla, a las ocho de la tarde, y organizado por La Peña Cultural Flamenca "Amigos del Cante", se dará cita lo más florido del flamenco zamorano para representar un hito histórico. Que sepa, las tierras del Pan apenas se habían sumado a las ya clásicas y habituales programaciones flamencas en nuestra provincia. Cierto es, que lo ha hecho Montamarta con tres cuidados espectáculos flamencos y Roales, con varios eventos, incluyendo el del próximo cinco de agosto, y del que informaré en su momento.

Zamora ciudad románica y flamenca, la Andalucía del Norte, irradia influencia en comarcas degustadoras de la música de calidad, por eso no resulta difícil que se interesen por el flamenco para disfrutar de sus fascinantes encantos, como ocurre en este caso. Especialmente cuando están gobernadas por personas tan versadas y competentes como la corporación que me ocupa, encabezada por su alcalde, Luis Alberto Miguel Alonso, y la teniente de alcalde Judith Morán Martín.

Pues ahí estamos, con los tres artistas flamencos más representativos de nuestra provincia.

Para empezar, El León de El Pego. Clemen Valle, es el mejor cantaor que ha dado nuestra tierra después de muchas décadas de afición consolidada. Un gran flamenco que nada tiene que envidiar a los artistas del género a nivel nacional. Cantaor enciclopédico donde los haya, dominador de la mayor parte de los palos -y muchas de sus variantes- en este complejo y dificultoso arte. Gusta de ejecutar cantes poco habituales en los repertorios al uso, como la caña, la farruca, la toná liviana, la serrana o los romances. En definitiva, escuchar y disfrutar a Clemen no solo es un regocijo emocional, también es una fuente cultural para entender y entusiasmarse con el flamenco por derecho.

¡Qué decir de Eva Valle, la auténtica esperanza flamenca zamorana! Si digo que Clemen es el legítimo baluarte, tengo también que afirmar que su hija es la más destacada posibilidad de futuro. Y no porque a fecha de hoy no se muestre como una cantaora de nivel, sino por el importante margen de mejora que todavía tiene. Es muy joven, con disposición para el trabajo y buena asesoría. No es poco. El presente, que sin duda lo desempeña con creces, y el futuro. Un futuro enormemente esperanzador para nuestro flamenco.

Pues por si todo ello resultara poco, aun siendo mucho, tenemos la mejor y más carismática guitarra de nuestras tierras. El maestro Miguel Uña de Tapioles, afincado en Pucela. Tocaor con mucho oficio, profundo conocimiento del flamenco, sensibilidad y habilidades técnicas para acompañar a los cantaores profesionales en su camino a la gloria. Sin duda, un auténtico lujo con la sonanta, que además se crecerá ante este singular reto.

La presentación, que será en formato de conferencia profusamente ilustrada a lo largo de todo el concierto, correrá a cargo de Rosa Martín y Alberto Rodríguez.