La Asociación Cultural Taurina Espantes de Fuentesaúco saca la conclusión de "una enorme falta de rigor en muchos de los aspectos. ¿Qué concepto de espante tenemos o queremos?", se preguntan, y apuntan que "un espante es un encuentro de cara y de frente, no amparado por tapias, ni remolques, y en el espacio más abierto posible. Del mismo modo apreciamos un conformismo que difícilmente nos puede conducir a la mejora".

Subraya el colectivo que "por parte de los encerradores, se tapan poco los flancos de la manada, posicionándose muchos de ellos detrás de la misma, usando esta posición de forma ventajista por parte de algunos para meter garrochazos a destiempo y fuera de lugar que perjudican el ritmo y la marcha del ganado".

Indica, además, que "a falta de autoridad dentro del prado es patente, manifiesta, y en ocasiones vergonzosa, dando lugar a situaciones impropias del festejo, actos que se podrían erradicar haciendo cumplir la normativa municipal".

Como último punto, "enaltecemos la predisposición de los aficionados de toda nuestra geografía que nos ayudan a nutrir la línea de espantadores, contribuyendo también a mantener la pureza, la esencia y la naturaleza de un festejo tan singular que constituye un rito de siglos".