Entre los devotos de la Virgen de la Salud también hay malestar y ayer denunciaban públicamente que, después de siglos, la romería en honor a la patrona de Aliste de los días 1, 2 y 3 de julio tuvo que modificar los recorridos y suprimir varios actos históricos ante las exigencias y denuncias del Ministerio de Fomento. De esta manera, el día grande la procesión mantuvo su recorrido, pero suspendió los bailes y ofrendas que tenían lugar en la Nacional 122. Lo más grave, según, los devotos, fue que la procesión de las antorchas del viernes y la de la ofrenda floral del domingo hubieron de discurrir por otras calles: "Volar no sabemos, o sea que cruzar la Nacional 122 teníamos que hacerlo" . Los devotos espetan: "Para una vuelta ciclista sí se puede cortar, sin embargo nosotros no". La incongruencia está en que la Nacional 122 ocupó, al construirse, terreno del Convento de San Francisco (Iglesia de la Salud), a cuyos devotos se prohíbe procesionar como han hecho desde 1545.