Los 25 incendios forestales (13 de ellos conatos, es decir menos de 1 hectárea) registrados en la provincia entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2016 presentan un inicio de año más que positivo, el mejor dato de la serie estadística histórica que maneja la Junta.
Zamora es la segunda provincia, por detrás de León con 60, en número de incendios de Castilla y León, donde se produjeron 138 durante los cinco primeros meses del año. Y también sigue a León en cuanto a hectáreas afectadas, 52,4 (todas de matorral) de las 365 quemadas en este periodo. Superficie que disminuye un 93% respecto de la media del decenio.
Las precipitaciones abundantes, especialmente entre enero y abril, con los mayores excesos en el oeste de la Comunidad (Zamora y León), han impedido las quemas intencionadas y favorecido un "año excepcional", según el informe presentado ayer por el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Esa evolución meteorológica ha generado un gran desarrollo de la vegetación que eleva el riesgo de incendios este verano. De ahí la insistencia desde la Junta en que se extremen las precauciones para esta campaña. Con un mes de junio caracterizado por un alto contenido de humedad en el suelo y gran desarrollo de la vegetación, se llama a evitar las acumulaciones de combustible en el entorno de las zonas habitadas, "segando y desbrozando la vegetación antes de que se agoste y retirando los restos eliminados para evitar que se puedan prender".
Los buenos datos del invierno y la primavera de 2016 tienen un precedente no menos positivo en el año 2015, cuando se registraron 1.733 incendios en Castilla y León (un 12% menos que la media del último decenio), 289 en Zamora con 2.410 hectáreas quemadas de las 15.000 que se vieron afectadas en la región.
El incendio más grave en la provincia tuvo lugar en Latedo, con más de mil hectáreas arrasadas. Se trata de uno de los cuatro grandes incendios acaecidos el pasado año en Castilla y León, todos durante el mes de julio, que fue el más caluroso desde que existen registros estadísticos.
El consejero de Medio Ambiente presentó ayer en León el operativo de la campaña que este verano despliega en Castilla y León 4.235 profesionales, integrado por más de 2.394 trabajadores públicos de la Junta entre ingenieros, agentes medioambientales y forestales o celadores; otros 467 trabajadores contratados de cuadrillas helitransportadas, 1.197 profesionales de cuadrillas dedicadas a tratamientos selvícolas, y 177 en tripulación de medios aéreos (aviones y helicópteros) y retenes de maquinaria.
Entre los medios materiales destacan, en el conjunto de la comunidad, 200 puestos y cámaras de vigilancia, 199 autobombas -con un incremento de tres renovadas, dos convenios nuevos (uno de ellos el de Alcañices) y la previsión de renovar otras cuatro en 2016-, 185 cuadrillas terrestres y helitransportadas. Además estarán disponibles 21 helicópteros - uno más que en la campaña anterior-, de los cuales tres se encuentran en las bases zamoranas de Rosinos, Villardeciervos y Villaralbo. Y 25 retenes de maquinaria -un bulldózer más que en 2015 y disponibilidad de otras seis para emergencias-.
Según la información oficial de la Consejería de Medio Ambiente, este año hay un aumento de 7 cuadrillas de tierra, en retén, en zonas con mayor siniestralidad, tres cuadrillas más de selvicultura, el incremento a doce meses anuales en la prestación de helicópteros, la disponibilidad de dos helicópteros con tripulación de sustitución, la incorporación de 21 nuevos profesionales técnicos a los centros de mando del operativo, la ampliación de las instalaciones del centro autonómico de mando y la modernización en los dispositivos técnicos para contar con nuevas tecnologías que faciliten la gestión y localización más precisa de las emergencias por incendios.
También se anuncia un aumento de la vigilancia móvil en zonas de mayor siniestralidad y especialmente en horario nocturno, así como un nuevo protocolo de investigación de causas con informe abreviado de investigación de causas para los agentes medioambientales.
