Las prácticas se realizan ayer y hoy en alrededor de 500 pinos pinaster de la Sierra Bruñosinos de Alcañices (zona de Tres Marras), plantados hacia 1957, seleccionados por Medio Ambiente y cedidos por el Ayuntamiento que preside Jesús Lorenzo.

En 1961 en España se producían 60.000 toneladas de resina anualmente y en la actualidad sólo se producen unas 12.000. Para hacernos una idea de la importancia del sector, la industria española importa 50.000 al año por valor de 80.000 millones de euros. La Unión Europa es el mayor importador mundial y genera una demanda de 300.000 toneladas. Dentro del Horizonte 2020, una de las 10 prioridades de la bioeconomía es la recuperación de la industria química europea: "La recuperación de la actividad de la resina permitirá regenerar el empleo rural con enfoque tecnológico. Protección de los bosques frente a incendios asociados a la temporalidad de la extracción de la resina con el cuidado de los bosques y la comercialización de productos a nivel nacional e internacional, recuperando la balanza potencial y reduciendo la dependencia de productores chinos y brasileños".

En lo que respecta a España, en los últimos cuatro años se ha multiplicado por cinco la cantidad de resina recogida y se ha pasado de unos pocos resineros a más de 900. De alcanzarse la misma producción de los años sesenta, las cifras finales de explotación serían de 3.500 resineros trabajando con un volumen de negocio de alrededor de 50 millones de euros. En cuanto a los costes de la extracción de la resina, la mano de obra se lleva el 78%, seguido del pago de la propiedad del pino (12%), vehículo (7%), transporte a la fábrica (4%) y materiales (1%).